viernes, 14 de febrero de 2014


ALMA VIAJERA.


Ella imponente, y en la distancia se divisa
Ya las nubes grises y preñadas de neblina
Se ocultan ahora. Donde no llega la brisa
Allí soberbio él [tan erguido y desafiante] 
Parece obelisco… del cielo y de los dioses
Ahora se muestra al mundo, cual gigante

Desde arriba. Los abismos son profundos
Ya coronados están, sus picos de la nieve
Subiré a donde está.. El techo del mundo
Porque allá: en el Himalaya, donde están
Escondidos secretos… y tesoros del amor
Mi alma viajera. Te entregara mi corazón

Más en un ritual, en noches de luna llena
Como mudos testigos, serafines y cupido
Verán expiar mi dolor, y todas mis penas
Y al final arrancare, aquel corazón herido
Implorándole: a una gran águila imperial 
Lo deposite: donde el amor tiene su nido

Quizás enloquecido, le pida al Dalai Lama
El me convierta: en el Cóndor Legendario
Así por los confines.. Del planeta solitario
Buscando con afán, la muerte en el dolor
Y si ahora me mata, una flecha de cupido
Tendrá el alma viajera, su corazón herido

Buscare en el fin del mundo: a mi amada
Preguntando a nubes, y al viento solitario
O quizás me muera, en esa sierra nevada
Y si allí estoy lejos, de lo que puedo amar
Daré permiso a mi alma, se vaya volando
Y llegue a la tierra. Que me hace suspirar

Y si mi alma viajera, no te pudo encontrar
Aquí abandonado.[Moriré en el Himalaya]
De frio, ó yo las venas me las logre cortar
Así mi alma viajera, morirá junto conmigo
Y mi corazón herido, por flecha de cupido
Yacerá en la muerte. Sumido en el olvido

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Diciembre 14 de 2011
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