domingo, 20 de julio de 2014

“CORONEL SALVE USTED LA PATRIA”


Coronel salve usted la patria, ¿Con que mi general, no ve que estoy completamente en la inopia?, no ve que no tengo ni siquiera un regimiento adecuado, solo cuento con unos escasos 14 lanceros. ¿Dígame con que quiere usted que yo salve a la patria? ¡Con sus cojones gran cabrón!, Haga lo que sea, haga lo que tenga que hacer, pero de usted depende la salvación de esta patria. Estas fueron las palabras furiosas del general Simón Bolívar al coronel Juan José Rondón, un militar aguerrido y valiente al mando de unos escasos y harapientos lanceros tan valientes o más aguerridos que él.

Bolívar estaba completamente derrotado, las fuerzas federalistas le habían ganado unas tras otras batallas y el desde hacía unas semanas se encontraba replegado a orillas del Pantano de Vargas en las estribaciones de Paipa, lo que es hoy, un municipio del departamento de Boyacá en las faldas de la cordillera Oriental, más concretamente por los lados de la laguna Sochagota, entre los ríos Chicamocha y Chontales. Las tropas de Bolívar estaban diezmadas por el hambre, la desnudez y el frio del páramo, que con una temperatura promedio de 14ºC y donde había precipitaciones lluviosas constantemente, hacían que las condiciones para el ejército Libertador no fueran las más halagüeñas.

Me imagino a este patriota venezolano de escasos 29 años, el coronel Juan José Rondón, recibiendo estas órdenes del General Simón Bolívar. Tamaña responsabilidad, me imagino que miraría a su alrededor y el panorama que observó lo tuvo que dejar consternado. Solo unos escasos 14 lanceros, frente a un ejército bien disciplinado y bien armado como eran las tropas federalistas de la corona española. Seguro que por su mente pasaron infinidades de preguntas, quizás hasta pensó en huir, pero no, la cobardía no formaba parte del diario vivir de estos patriotas, ellos preferían dejar la vida en el campo de batalla, antes que batirse en retirada. Me imagino que luego de sobreponerse al impacto de esta orden y antes que desobedecer las órdenes del Libertador, se puso firme y le contestó: “No se preocupe mi General, Patria, Vida o Muerte”; lucharemos hasta el final, cuente con la victoria el triunfo es nuestro. Luego aplicando las enseñanzas aprendidas en las batallas anteriores, emulando a los grandes militares de la historia, como Napoleón Bonaparte en las batallas frente a las pirámides de Egipto, y quien les dijo a sus soldados para fortalecerlos: “Soldados 40 siglos de historia os contemplan”, o también emulando al bárbaro Atilas quien decía: “donde pisa mi caballo no nacerá más la hierba.” Quizás recordando a todos estos grandes conquistadores de la historia, se llenó de valor. Miró al ejercito enemigo con desprecio, se fortaleció así mismo, se creció en su interior como un gigante indestructible, y tal vez recordó también ese pasaje de la Biblia de David y Goliat; y entonces todo el temor, el miedo, desaparecieron de su ser, arengó a todo pulmón a sus escasos lanceros, gritó con todas sus fuerzas en los caseríos del pueblo muisca, despertó en los chibchas, habitantes de esa región ese deseo de independencia. Gritando a todo pulmón, pidió ayuda y su llamado no fue en vano. Los moradores del caserío muisca vieron en su rostro tal firmeza y decisión: que nadie, ni las mujeres, los ancianos o los niños fueron capaces de negarles la ayuda requerida. Rondón se enfrentó al ejercito federalista con sus 14 lanceros, con unos pocos viejos del caserío muisca, con las mujeres indígenas embarazadas y con unos escasos niños de unos 6 a 10 años de edad armados con sus palas y azadones. Y así, con ollas, calderos, palos de escoba o todo lo que sirviera para golpear, atacaron a ese ejercito federalista con tanta furia, con tanto rencor acumulado por la esclavitud a que los había sometido el yugo español, que en pocas horas ganaron la batalla, los federalistas se batieron en retirada y en el campo de batalla, los lanceros, los ancianos, las mujeres y hasta los niños gritaban victoriosos, recogiendo los mosquetes y espadas del enemigo, rearmándose nuevamente para la batalla final.

Coronel excuse usted, la orden tan apremiante pero tan falta de buena educación que le impartí hace unas tres horas. ¡Pero mi coronel, estaba desesperado, la patria, la libertad y el triunfo se me escurrían de las manos como el agua entre los dedos! Habían sido tantas derrotas unas tras otras, que ya veía también perdida esta batalla. Mi coronel usted ha sido hoy el ángel salvador de la Nueva Granada, usted es el artífice, el precursor de la batalla final. Sé y así lo creo que muy pronto entraremos victoriosos a Santa Fe de Bogotá. Quien así hablaba era el General Simón Bolívar, que felicitaba efusivamente a esos bravos 14 lanceros, a los habitantes del caserío muisca y al coronel Juan José Rondón, por ese contundente triunfo obtenido frente al ejército federalista y que los dejabas a las puertas de la victoria definitiva.

Ahora recordaba aquel fatídico 22 de enero de 1803, él había prometido en silencio frente al cadáver de su joven esposa, María Teresa del Toro y Alayza, la libertad de todos los pueblos de América. Juramento este que reafirmo el 15 de agosto de 1805 en la ciudad de Roma, más concretamente en la colina romana conocida como el Monte Sacro, delante de su maestro Simón Rodríguez, donde juró libertar a su patria del yugo español. La mente de Bolívar era un caos de recuerdos y de felicidad, sabía que ese triunfo, no le pertenecía solamente a él, habían sido tantas y tantas las personas a su alrededor, participando en las campañas libertadoras, que recordaba claramente el día que se entrevistó en Europa con el Generalísimo Francisco de Miranda, quien lo hizo miembro de la Gran Reunión Americana de Londres o Logia de los Caballeros Racionales, Simón Bolívar lo invitó a regresar a su patria Venezuela y esta invitación dio sus frutos: el 12 de marzo de 1806 Miranda entra a la Vela de Coro enarbolando la que sería hasta hoy la bandera venezolana. Tantos héroes y patriotas, criollos aguerridos como José Antonio Nariño, Precursor de esta independencia, José Antonio Galán, José Acevedo y Gómez, Policarpa Salavarrieta Manuelita Sáenz, el cura Camilo Torres, Concepción Loperena de Castro. Ellos son los verdaderos triunfadores de esta independencia. Bolívar sabía que su triunfo estaba sostenido sobre bases firmes, sobre las bases e ideas de todos esos héroes que él ahora recordaba. Por eso no perdió ni un solo instante, no se descuidó en lo más mínimo. El como un experto y curtido militar; sabía que el enemigo podía reagruparse nuevamente y recuperar el terreno perdido. Por eso en escasos doce días arengo a sus tropas, las fortaleció física y mentalmente y creo dos contingentes: uno al mando del General Francisco de Paula Santander y otro al mando de José Antonio Anzoátegui, quienes bajo sus órdenes el 7 de agosto de 1819 derrotaron en la zona de Boyacá las tropas federalistas del ejército español, al mando del el general español José María Barreiro, sellando así definitivamente la independencia de la Nueva Granada.

Ahora estoy seguro de que el general Simón Bolívar vivió y murió por la independencia de los pueblos americanos y que recordaría hasta en su lecho de muerte esos gloriosos himnos del “GLORIA AL BRAVO PUEBLO” y el “OH GLORIA INMARCESIBLE”.
Ojala la muerte del Libertador Simón Bolívar, haya servido para que algún día todos estos pueblos americanos cumplan su postrera voluntad:

“Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos
y se consolide la unión: yo bajare tranquilo al sepulcro”.

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Julio 20 de 2014
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sábado, 19 de julio de 2014

EL PARQUE DE DIVERSION
Mira mi amor esa rueda tan grande y es inmensa
Es la rueda de Chicago. La de la ciudad de hierro
Vamos a subir en ella, deseo cumplir mi promesa
Ven compremos dos boletas y palomitas de maíz
Cuando estemos allá arriba, un beso te voy a dar
Para que no sientas miedo, y no te vayas asustar

Ven dame la mano y bésame que nada te pasara
Mira allí desde arriba, que lindas son las estrellas
Mira que luces tan bellas.. Las luces de la ciudad
Que bella amor, se ve la ciudad desde alla arriba
Gracias mi rey, te amo, has cumplido tu promesa
Hoy tú serás muy feliz y [Será tu noche divertida]

Vamos corre y montemos,, En la barca del pirata
Míra se va meciendo, como si fuera una hamaca
Si mi amor no tengo miedo, contigo eso me pasa
Allí veo los carros chocones [Nos subimos amor]
Primero en la barca del pirata ya no tengo miedo
Paga las boletas y compra las motas de algodón

Que miedo en la barca del pirata, estoy sudando
Ya no podía más.. Crei que nunca se iba a parar
Casi se me sale el hígado y tú no más agarrando
Pero te perdono amor, mira qué lindo que bonito
Anda dispara al punto, Tú tienes buena puntería
Si aciertas ganaras un premio yo deseo un osito

Amor ven y entremos, aquí al túnel del fantasma
Claro amor comprare las boletas, ve y haz la fila
Miremos a Frankenstein, este que no tiene alma
Ven siéntate y descansa, mira los caballos ponis
Mira este payaso. Hacer malabares con los aros
Nos tomamos una foto.. Aquí con el artista Tony

Nos subimos a los carros chocones y nos vamos
Señor: es su novia. Me compra una flor para ella
Si mi amor bellísimas flores, yo quiero este ramo
Si mi vida como digas.. Ven tomate un descanso
Que pasa señor!¿por qué me señala? llévenselo
Has pagado todas las boletas, con billetes falsos

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Julio 19 de 2014
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País Colombia

RUMBO A GANIMEDES

Mi viaje en esta ocasión no fue tan rápido y sencillo, algo en mí me obligaba a recordar todo lo que había leído de ella en su última comunicación. Sentí la necesidad de hacer una escala en la luna y meditar en todo lo que me decía; no se, pero era algo inquietante, algo que estaba fundido en mis pensamientos y que me obligaba a pensar en ello. Sabia y sentía la necesidad de ayudarla, de protegerla y de demostrarle que la ceguera en los seres humanos no solo es visual, sino que muchas veces no miramos el mundo con los verdaderos ojos del alma y es por ello que no disfrutamos a plenitud de toda la inconmensurable belleza que la naturaleza pone a nuestra disposición.

No creo que sea una persona común y corriente; ¡No, ella no es una persona del montón!, en particular a mi me hace sentir muy bien y a cada momento a cada instante siento la necesidad de estar a su lado; creo que a diferencia de muchos seres humanos, esta enigmática mujer es capaz de construir grandes y maravillosas cosas para ella y en beneficio de la humanidad. Es por ello, que ahora sentado aquí en la luna, en el sitio concretamente llamado el Mar de la Tranquilidad, separado de ella, de su planeta casi a una distancia de 384.400 kilómetros de distancia. Analizo detenidamente todo lo referente a su persona y el balance, la conclusión a la que llego es altamente positiva. En un margen de 1 a 10, obtiene una calificación de 9. Sé que esta conclusión a la que he llegado no ha sido apresurada, me encuentro aquí en este satélite natural de la tierra, donde no hay atmosfera, donde todo es quietud y silencio y he escogido este sitio, el Mar de la Tranquilidad, por que de todo el universo sideral, éste es el sitio más apropiado para meditar sin ser molestado.

Veo en su persona, una cantidad de virtudes y de valores y merece todo el respeto y mi admiración. Creo en ella y sé, que se levantara de sus propias cenizas y resurgirá tan poderosa como esa ave Fénix milenaria, dispuesta a enfrentar el mundo en el que vive y la humanidad entera. La veo grande, triunfadora, Sé que a partir de hoy en ella desaparecerá toda esa neblina que le impide ver la luz y que caminara triunfante por el sendero de los éxitos y la felicidad.

Después de llegar a todas estas conclusiones, sigo mi camino hacia el infinito, donde se encuentra Ganimedes. Pasare por Marte, también llamado el planeta rojo, admirare sus inmensas cadenas montañosas y a su paso, recordare pedirle mil consejos a dios de la Mitología griega (Marte dios de la guerra), para trasmitírselos a mi amada y convertirla en una excelente guerrera de la vida. Al pasar por Venus me detendré un ese planeta y recordando que es el planeta hermano de la tierra, buscare en él a la diosa Venus y implorare me conceda los secretos del amor, para fundirlos de mi amada en su corazón, Luego me detendré en Saturno y aprenderé el secreto de sus luminosos anillos, ya que deseo en días no muy lejanos ofrecerle a mi amada anillos de diamantes y zafiros. Luego desviare un poco mi viaje haciéndolo más largo, llegare a Neptuno, quien lleva su nombre en honor a la divinidad del mar, y al él le pediré me obsequie mil naves y cruceros, que me lleven junto a ti a paradisiacas islas, donde disfrutaremos las mil y unas maravillas y seremos atendidos por innumerables ninfas y nereidas; y una corte de centauros, serán los marineros y capitanes que dirigirán estas naves por los senderos de la felicidad. Y así iré de planeta en planeta de satélite en satélite; incluso en el Cinturón de Asteroides recogeré para ti, pequeños y enanos meteoritos, los que a través de mis innumerables viajes he descubiertos y se que contienen los secretos de la buena suerte y la eterna felicidad. Así con todos estos pensamientos y con tu hermosa imagen gravada en mi memoria, ya alcanzo a vislumbrar en la distancia mi destino, ya alcanzo a ver como a un pequeñísimo punto luminoso a Ganimedes, ahora llego a mi destino a mi hogar; allí también prometo por ti, yo meditar
Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 18 de Julio de 2014
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RECUERDOS EN EL MAR

Que belleza de arco iris, y Que lindo el amanecer
Ya viene saliendo el sol,. Y se alegran los delfines
Ellos entonan sus melodías. En honor de ti mujer
El mar esta quietecito. Con sus olas cadenciosas
Las palmeras van bailando. El viento las acaricia
Y es una felicidad, pensar en esa mujer hermosa

Yo allí no me pude sustraer.. De tu belleza mujer
Y mirando este ancho mar, me recuerda tu mirar
Allí amanecí en la playa, porque yo te quería ver
Yo quise mirar en la palmera, esa tu figura bailar
Mirar como besan la arena, aquí las olas del mar
Igual mirar en el cielo... Todas las estrellas brillar

Ayer visite en la tarde.. A este lindo y ancho mar
Estaba pensando en ti, y tú sonreías tan amable
Y entonces vi los delfines, y Empezaron a cantar
Y parecía una sinfonía.. De los ángeles del cielo
Yo los miraba extasiado, y los vi lleno de alegría
Cantando sincronizados.. Una hermosa melodía

Allí mi mente se fundió. En un solo pensamiento
Yo te miraba en el mar, y: en las palmeras bailar
Yo vi convertirse al sol.. En un disco rojo intenso
Desparramar su color, y teñir al mar de cardenal
Vi su pintura divina y plasmar esos lindos trazos
Y allí yo te quise amar. Mirando ese bello ocaso

Así pasaron las horas, y entonces llego la noche
Pero allí seguía extasiado.. Recordándote mujer
Mis sentidos te veían y la mente era un derroche
Eran mil bellas fantasías. yo sentía que las vivía
Vi a las gaviotas partir y vi los pescadores llegar
Me senté en una piragua. Allí me puse a pensar

Me sorprendió la mañana y este bello amanecer
Oí la filarmónica preciosa y vi cantar los delfines
Mis sentidos embriagados, aquí te querían tener
Ya el sol en los confines, corta el celofán del día
Y aquí mi mente no quiso.. dejar de pensar en ti
Y me hice la promesa. Que serias la amada mía

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 07 de Diciembre de 2012
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domingo, 13 de julio de 2014

ENTERRADO VIVO

¡Oh! que terrible rigidez, que profunda oscuridad 
Ya me han enterrado vivo, en esta bóveda oscura
Y aquí me quedare muerto, por toda la eternidad
Yo me palpo bien vestido, de paño y con corbatín
Yo allí me siento un extraño, vestido tan elegante
Me vistieron para mi muerte y así me voy a morir
Quien tomó la decisión, de decretarme la muerte
Fue ese medico de turno el que vino auscultarme
Ese que nada sabe. Que ha matado a tanta gente
Si Milena lo ha dejado, fue con la doble intención
Conozco yo su maldad y ya ella lo tenía planeado
Sufrí el ataque epiléptico, no el infarto al corazón
Que sofocante calor y que incomoda es esta caja
Que terrible desazón y siento el frio de la muerte
Como voy a tener suerte si aquí seré una mortaja
Miren que yo estaba vivo ya recobro los sentidos
A gritos yo les pido.. Por favor: necesito oxigeno
Mi boca está jadiando y siento que todo lo olvido
Ya me pican los pulmones. Como alfileres por mil
Mi boca se están secando, y mis ojos reventando
La piel se me está cuarteando, así me voy a morir
Y que tremendo picotazo. [El que da mi corazón]
Mi brazo se está moviendo, que dura esta la tapa
Y araño la tela del féretro, y me sangro con dolor
Que agonía me falta el aire.. Allí respiro profundo
Aquí me voy asfixiando, y siento la cara hinchada
Y es como si yo tuviera, todo ese peso del mundo
Que agonía tan espantosa, igual a la del alma mía
La tristeza dentro de mí, es tan grande y dolorosa
Volveré por mi venganza.. Sin importar mi agonía
Voy a volver, no sé cómo, pero lo juro, yo volveré
Seré el fantasma de la clínica, allí tendré mi trono
Y el fantasma de Milena, a la que yo atormentare
Del vil doctor yo me vengare. Lo voy a volver loco
Ya casi ni respiro, es el último segundo de mi vida
Iré al infinito y volveré, por ese par de tramposos
Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 13 de Julio d 2014
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sábado, 12 de julio de 2014

EL POETA PERDONADO
Aquí estoy a una distancia corta del monte del Olimpo, la vista es imponente y de un color anaranjado, el ocaso cual artista, el ambiente lo ha pintado, hoy el imponente palacio de mármol y cristal se ve muy animado; hay fiesta en el Olimpo, hoy hay un bacanal, veo a Zeus llegar escoltado por veinte minotauros que lo cuidan con sus arcos; él se cuida de la sabia Atenea y de la furia de Prometeo., La tarde esta hermosa, alumbrada por un sol artificial, allá a la distancia veo mil gaviotas volar y los delfines en el mar, con una fina elegancia aquí empiezan a cantar y le dan así la bienvenida a Venus la amante de Marte, que llega acompañada del brazo de Vulcano, es la diosa del amor y a ella todos la quieren amar. Hay diosas y musas por doquier y veo las sirenas y tritones disfrutando en las cascadas que brotan de los jardines del Olimpo. Allí llega Perséfone, diosa de la primavera, protegida por halcones, es bella y hermosa, esbelta y elegante tiene una mirada preciosa; ella es Perséfone, diosa de la primavera y es mi protectora; Euterpe la saluda con honores y con flautas y guirnaldas le canta su poesía lírica y le pide humildemente que interceda ante Apolo y me conceda el indulto y me libere de las mazmorras donde me encuentro prisionero. Apolo se ve enamorado y claudica ante la magia celestial de Perséfone y me concede el indulto. Mi espíritu agoniza y mi alma en cuidados intensivos, es atendida por ninfas y nereidas que me cuidan con amor, me bañan con flores de caléndula y untan mi cuerpo con el bálsamo sagrado del agua de la fuente de la vida. Me siento renovado, mi mente se llena de inspiración y comparo a Perséfone con la más linda y bella flor.

Venus esta celosa, Euterpe es muy hermosa y primaveral y apolo la mira con amor, Perséfone le ha otorgado la fragancia de las rosas y Apolo ebrio del amor le dice: Lo perdono si te dejas amar, traigan a Calíope ordena Apolo: dile a Ganimedes que suelte al poeta del amor, que lo curen y lo cuiden; que le devuelvan su espíritu y su alma y que venga y se siente a mi derecha y que se ponga a improvisar. Que bello e imponente veo ahora el mundo de los dioses.

Hola poeta dice Apolo, como estas, siéntate a mi diestra y recita esas poesías bellas que me han dicho que compones; cántale al Olimpo y que te acompañe la lírica de Orfeo y al igual cántale a la hermosa primavera. Que vengan aquí los dioses, hazme una poesía épica porque hoy Zeus matara a Prometeo. Suenan los mil flautines, hay champaña y vino por doquier, los centauros vestidos con frac y corbatín reparten platos de gansos y diez mil minotauros armados custodian aquel festín. Veo ninfas y nereidas prostitutas dispuestas para amar, la luna brilla arriba lanzando su fulgor, las diosas y los dioses embriagados, se entregan al amor, los poemas fluyen bellos, hermosos y los dioses aplauden y Zeus enloquecido, ebrio me dice: te regalo mi barca dorada. ANDA Y NAVEGA POR EL MAR, VE RAPIDO EN BUSCA DE TU AMADA.

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 12 de Julio de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

LA BELLA FLOR

La bella flor, roja intensa.. Como el rojo cardenal
Me recuerdan el amor.. De aquella linda plebeya
La más divina doncella. Que jamás podré olvidar
Es suave como una pluma, y la veo llena de vida
Allí es la reina del jardín, tiene elegancia y finura
Y su fragancia exquisita, La lleva bien escondida

Es suave como la brisa, de una mañana invernal
Bella, tierna y lozana. Cuando el roció la acaricia
Como la fragancia tuya, que tiene aroma natural
Hoy no sé ni que pensar, yo te comparo con ella
Sé que es linda y elegante y la flor más especial
Pero no puedo olvidar.. Que tú eres la más bella

Esos pétalos tan rojos, [me recuerdan a tu boca]
De labios tan gordezuelos.. Delicados, atractivos
Ellos tienen humedad, y es algo que me provoca
Cuando yo te veo a ti.. Te juro que yo me muero
Esta es mi gran verdad, y: este amor no tiene fin
Y la flor en el jardín.. Por ella es que yo la quiero

Yo anoche la visite.. yo iba pensando en tu amor
Y la luna la alumbraba, y: La custodiaba también
Allí mil estrellas plateadas. Le lanzaban su fulgor
Esa noche tenía magia, el ambiente tu fragancia
El alma quedo extasiada, al ver esa flor tan bella
Y eras una catleya, y una orquídea en elegancia

Yo sentía en mi corazón, que podías ser esa flor
Me prometí las mil cosas, yo me llene de alegría
Pensé las mil fantasías, y: quise ser tu floricultor
Allí vi el lucero en el cielo.. El custodio del amor
Ante aquella hermosa flor, así le pedí de rodillas
Me de licencia primero.. Para cultivar tu corazón

Y quise ser faraón, y [aquel duende emperador]
Ser un floricultor, Conocer los secretos de la flor
O el humilde campesino. Este que robo tu amor
Y volví a mirar la flor, y En este ambiente divino
Supe que existe el amor, ese que tú te mereces
Y me quede pensativo. Mirándote a ti mil veces

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 15 de Diciembre de 2013
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LA FLOR DE ORO


Ella: agoniza en las alturas, y se ve hermosa
Sus membranas, miran fijamente el horizonte
Busca guarecerse. en las Montañas Rocosas
Sus garras atenazan: fuerte, una Flor de Oro
Y la nieve cae.. Copiosamente desde el cielo
Es tan parecida, al blanco plumaje del águila
Ella lucha en las alturas, y protege su tesoro

La gran mole ahora, se divisa allí en la nieve
Es la Sierra Nevada y que mira al ancho mar
Le arrienda su aposento: y puede descansar
Vuela rauda y agoniza: a la cueva salvadora
Y deposita allí su carga.. Con inmenso amor
Ahora golpea su pico. Sin importarle el dolor

Pasan cinco meses, de la tormenta de nieve
Le nació un nuevo pico, garras y largas alas
Resurge renovada.. Como resurgir del Fénix
Y allí el Sol: Taladra la nevada como el laser
Y ella hermosa y renovada, Observa el cielo
Toma su tesoro.. y rauda emprende el vuelo.

Y viajando se aleja de las regiones costeras
Divisa su objetivo, y mira llegar la primavera
El águila anuncia. Que llego un alma viajera
Que misterio encierra. Esta renovada águila
¿Por qué ella viaja? con esa preciada carga
O quizás sufre: oculta pena que la embarga

Va a depositar mi alma viajera, la flor de oro
Hoy en su honor, hay invierno en primavera
Ella, entregara su tesoro y esa Alma Viajera
Mira: al bello colibrí, posarse en tu ventana
Lleva en su pico, el néctar de la Flor de Oro
Y el águila lo ve, con las cuatro membranas

Ya cumplida su misión.. Ella parte con amor
Regresa al hogar, [a buscar sus aguiluchos]
Ya entrego la flor de oro, ese es mi corazón
Igual es mi Alma Viajera.. y es todo mi amor
Ve abre tu ventana, y Dale gracias al colibrí
El lleva la flor de oro y es mi corazón para ti

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Julio 10 de 2013
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LA FLOR PRIMAVERAL
Llovió toda la noche y esta tierra esta mojada
El sinsonte y el turpial. Comparten su comida
Y picotean en la rama. Este fruto de guayaba
La fruta está madura, y muy roja sus semillas
Unas quedan en el pico, las sacude el turpial
Que picotea la guayaba.. Y no deja de cantar

El ambiente se ve lleno.. De esta fruta tropical
Es un olor agradable.. y aquí se puede palpar
Ahora llega a degustar… Un loro y otro turpial
Yo veo esta fruta bendita.. Esa pulpa rosadita
Esparcida por el suelo.. Por el pico del turpial
El aroma que se siente, es algo muy especial

Y allí la tierra negra, le da magia al ambiente
Y mis pies se entierran. En esa tierra mojada
La naturaleza es sabia, dulce, y muy decente
En un rincón del jardín, veo la flor primaveral
Y mil mariposas volar. Empiezan a revolotear
Allí llega el colibrí, y su néctar viene a chupar

Ya el roció en la flor. Es parecido al diamante
Y son perlas del amor y son lágrimas de Dios
Y se posan en la flor, así adornan su turbante
Y ella así embellecida, se muestra al ruiseñor
Que él muy glotón y goloso, visita este jardín
El chupándose la flor, le dice: tú eres para mí

Aquí viene saliendo el sol, a calentar el jardín
Es un punto tan lejano, en el celofán del cielo
Se rompe en desespero, y llena todo el jardín
Así llega esa explosión, de claridad y de amor
Los loros esmeraldinos, forman una algarabía
Quieren dar la bienvenida, ¡a la salida del sol!

Entonces veo esa flor. La más bella del confín
Que besan y acarician. Las mariposas por mil
y aquí veo embelesado... Esa la flor del jardín
Y allí recuerdo a mi amor, y su tierno corazón
Tan bella como la flor, y es la más linda mujer
Y aquí vuela el ruiseñor, ofreciéndole el amor

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 09 de Mayo de 2012
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LA FLOR OTOÑAL
Que madrugada bonita y viene saliendo el día
El roció de la mañana. Al jardín a mi me invita
A mirar la bella flor. Que perturba al alma mía
Enloquece los sentidos, con el aroma especial
Aquí embriaga el corazón, y lo llena de ilusión
Allí canto mi canción, camino y me voy al mar

Más yo no puedo olvidar. El aroma de esa flor
Ella tiene la fragancia, y me recuerda a tu piel
Tierna, suave y delicada y esa mirada de amor
Y esta flor tiene el color, y es de rojo cardenal
Ella me recuerda aquí, esos, los ocasos del sol
Cuando pintan al mar, sus pinceladas de amor

La mañana es exquisita, y voy camino del mar
Allí podre yo admirar.. Esas playas tan bonitas
Ver alcatraces volar.. Igual las gaviotas pescar
Y llegare al arrecife, y veré estrellarse las olas
Y la flor se quedo sola, en esa mañana otoñal
Ya regreso sin demora y solo me vine a bañar

Que bello es el panorama, y bonita naturaleza
Ya viene saliendo el sol, todo es rojo cardenal
Llega por el ancho mar y trae esa gran belleza
El mar esta quietecito, y tiene su azul plomizo
Él se ha copiado del cielo y le gusta este color
Ahora el sol se lo pinto. De este rojo del amor

Veo llegar al pescador, montado en la piragua
Oigo silbar su canción, y aquí le canta al amor
Y él prepara su atarraya y la lanza por el agua
Él toma su canalete, y él va girando y girando
Jalando así su chinchorro, por la salida del sol
Es experto pescador, y al mar lo vive amando

Y una gaviota volando. Se va por el horizonte
Así me quedo pensando, esas cosas del amor
Me palpita el corazón,y allí recuerdo a mi flor
Ya veo volar un sinsonte, camino de mi jardín
Hay mariposas por mil, revolotean mi destino
Mas lo divino de la flor, es la pureza del amor

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 13 de Noviembre de 2012
Derechos Reservados © Copyright
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