miércoles, 10 de diciembre de 2014

MAGICO AMANECER
Qué lindo, hermoso, y que bello, el amanecer
Y el roció de la mañana, a él lo hace precioso
Ese pasto verdecito, y esas flores por doquier
Y un cristalino manantial, que corre perezoso
Y en su vientre pececillos. Se dedican a jugar
Allí van bailando, jugando y se ven hermosos

Que bella la mañana, y su traje verde intenso
Allí adornada con largas lianas, y lindas flores
Ver al sur los tulipanes, cañahuates y cerezos
Al sol asomarse tímido. Allí es un punto rojizo
Y al tocar el manantial. Él le forma el arco iris
En las mil escamas de los peces, yo me erizo

El roció va durmiendo y es tragado por el sol
Y al instante abre la tienda, el ofrece su calor
Allí la mañana lo compra ella solo ama al sol
El cantar de colibrí, de la alondra y chupaflor
El olor a tierra húmeda y todo el calor del sol
Dicen que es aquí. Donde se fabrica el amor

Allí quedo embelesado, mirando esa belleza
Sus montañas lejanas y sus picos plateados
Que el sol ha besado las convierte en alteza
Todo está controlado.. y la sinfonía empieza
Así la primera pieza. La cantan los tulipanes
El sinsonte no se calla, igual a la guacamaya

Y oigo el trinar: del cho gui, cho gui, cho gui
Una manada de caballos.. Aparecen por allí
Veo desayunar el néctar, a un par de colibrí
Ya el sol se riega, en la distancia y la llanura
El manantial guiña el ojo y me invita a bañar
Sus aguas cristalinas, acarician, dan ternura

Oigo mugir el ganado, allí el grito del arriero
Y tan disciplinadas. Un ejército de hormigas
Cual soldados en filas, y van por el sendero
Yo estoy en la orilla, del cristalino manantial
Formo mil castillos y son las cosas sencillas
Como cuidar el amor, y así poderte yo amar

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 10 de Diciembre de 2014
Derechos reservados © Copyright
País Colombia

domingo, 7 de diciembre de 2014

“El AMOR”   (Feliz Navidad)
El amor es el umbral de todo lo bello, el amor es el mágico amanecer de cada corazón, el amor es un tesoro ilimitado, es una maravilla que sobrepasa la imaginación, y es más hermoso que todas las cosas visibles. Si nos esforzamos por amar, no habrá nunca dificultad que no pueda vencerse, ni mal que no se pueda remediar, si no ponemos limite a nuestro amor, no habrá puerta que no pueda abrirse, ni distancia que no se pueda salvar. Si nuestro amor es amplio, no habrá muro que no se pueda derribar, ni existe pecado que el amor sea incapaz de redimir, realmente no importa cuán arraigado esté el problema, ni cuál desalentadoras sean la perspectivas, ni cuál complicado sea el enredo, ni cuál grande haya sido el error cometido. Con suficiente amor, toda sombra se disipa. Al igual que todas las gemas preciosas, el amor tiene diversas facetas, uno puede verlas desde ángulos distintos, y ver diferentes destellos y colores. Una de las facetas más bellas y mágicas, de ese algo esplendoroso que es el amor, es el idilio entre dos enamorados

“Cuando te conocí, la noche se hizo día, brilló el sol, y huyeron las sombras de mi vida, las aves embellecieron su cantar, y flores nuevas brotaban a mi paso, el mundo parecía más hermoso, más feliz, la vida cobró más valor, “cuando te conocí”.

Ninguna selección de pensamientos acerca del amor estaría completa, sin el pasaje que se detalla a continuación: Fue escrito hace casi 2000 años por San Pablo, el dirigente de la iglesia primitiva, para sus seguidores de la ciudad griega de Corintios, las palabras que surgieron aquel día de su pluma, pasaron a la historia como uno de los textos más hermosos é inspirados de todos los tiempos, es uno de los capítulos más famosos del libro más famoso del mundo…. “Se trata del capítulo l3, de la primera epístola a los Corintios que aparece en el nuevo testamento, dice”: “Si yo hablase lenguas humanas y angelicales, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe, y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy, y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve; el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, el amor nunca deja de ser, pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas, la ciencia acabará, porque en parte conocemos y en parte profetizamos, más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará , cuando yo era niño hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño, ahora vemos por espejo oscuramente, mas entonces veremos cara a cara, ahora conozco en parte, pero entonces conoceré cómo fui conocido, y ahora permanece en la fe, la esperanza, y el amor estos tres, pero el mayor de ellos es el amor”.

El amor lo es todo, puesto que sin él no habría nada, ni amigos, ni familias, ni padres ni madres, ni hijos ni sexualidad, ni salud, ni felicidad, ni Dios ni cielo, nada de esto existiría sin amor. Una casa se construye a base de muros y de vigas, un hogar a base de amor y de sueños, todas las cosas de la casa se mueven con suavidad, cuando sus mecanismos están lubricados con el aceite del amor, la bondad se parece a la nieve, en que hace hermoso todo lo que cubre, el amor funde no quebranta, a los que menos amor se merecen, son los que más lo necesitan, el amor es convertir los problemas de los demás, en nuestros propios problemas, si tus ocupaciones no te permiten escuchar el clamor de los que sufren necesidades, es que estás más ocupado que Dios mismo, la mayor necesidad humana es el amor, y es el amor la mejor repuesta de Dios. ¿Crees tú en el amor tanto como amas? Siempre puedes dejar caer un poquito de amor en los corazones de quienes pasan a tu lado, aunque sea al menos una palabra, una sonrisa, o una mirada de cordialidad, un poquito de amor llega muy lejos. Él es la llave de todos los corazones, prueba con el amor, nunca fracasa, porque Dios es amor, y es imposible que Dios fracase. Te has preguntado alguna vez qué aspecto tiene el amor: tiene manos para ayudar a los demás, tiene pies para apresurarse a socorrer al pobre y al necesitado, tiene ojos para ver la miseria de la penuria, tiene oídos para oír los quejidos y la tristeza de la gente, ese es el aspecto que tiene el amor. En realidad el amor es también una obligación, si amas a alguien, no le fallarás, desilusionarás, ni defraudarás, Jesús dijo cierta vez: “Nadie tiene mayor amor que esto, que uno ponga su vida por sus amigos”. Lo cual es algo que todos podemos hacer, si cada día ofrecemos nuestra vida con amor y entrega así a los demás, anteponiendo su felicidad a la nuestra. El amor es un don para atesorar toda la vida, en la luz y en la oscuridad, un don que da alegría sin medida, que hace que los sueños se vuelvan realidad, un don que da fortaleza interior cuando llega la tristeza, un don que alienta el corazón y a la vida da belleza, un don que podemos retener, pase lo que pase en nuestra vida. El genuino amor siempre tiene bendición, y lo comparte todo con satisfacción, las mejores cosas de la vida son las que se comparten, del que tiene según su capacidad, al que no tiene según su necesidad, ese es el generoso principio del amor y el amoroso principio del compartir. El amor enriquece al dar, mientras vemos que el egoísmo y la mezquindad, empobrecen de tanto acumular. El amor es un tesoro que se multiplica al dividirlo, es un regalo, que cuanto más sacamos de él, más crece, es un negocio en el cual lo más conveniente, “ES SER UN GRAN DERROCHADOR”. El amor debes derrocharlo a manos llenas, darlo sin vacilar, regálalo, rocía con él a los demás, vacíate los bolsillos, da vuelta a la canasta, derrama la copa, y mañana tendrás más que nunca, si hoy das un paso de fe y le hablas a alguna persona del amor, si tratas de hacerla feliz, descubrirás que al dar amor, amor recibirás. El amor tiene cosas maravillosas que tú puedes disfrutar con otra alma solitaria, si solamente lo intentas. Cuanto más se da, más se recibe, y uno puede dar, dar y dar, y recibirá, recibirá y recibirá, pues en verdad una campana mientras no suene no es tal, ni lo es una canción que no se oye cantar, ni se puso el amor en tu corazón para guardarlo, pues para que sea amor es necesario darlo.

Autor: Antonio Hernández G.
Fecha: Diciembre 07 de 2014
Derechos reservados © Copyright
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TORMENTO

Ahora estoy seguro, Que no tengo salvación
Soy inquilino, de ese olvidado mundo oscuro
Mi destino ya no existe, [lo destruyo el dolor]

Soy un ciego de la vida y soy un condenado
No hay infierno o purgatorio. Ya no hay cielo
Soy un alma perdida, aposento de los malos

Un cruel destino heredado, Paraíso Terrenal
Vagare en el infinito como el cometa perdido
Soy catedral de palo, y aquí nada puedo dar

No tengo hermano ni amigo [y no tengo paz]
La paz está cansada, Dios que la quiso tanto
No la nombra, en un milagro la dejo olvidada

Igual soy esa sombra [un remedo de la vida]
Esa brizna perdida, que el viento a su antojo
Baila con ella el tango y esa melodía perdida

Más alcanzo a vislumbrar, la cuota del amor
Y en mi oscuridad y dolor, veo brillar una luz
Que no me logra guiar, está llena del rencor

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 04 de Diciembre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
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lunes, 17 de noviembre de 2014



LA PAZ EN PLENILUNIO
La luna está en plenilunio, su claridad es inmensa, abarca todo el contorno nocturnal y el río serpentea caudaloso entre peñas y pendientes; sus aguas espumosas forman a veces remolinos y un ruido ensordedor es el rugir del choque de las piedras que arrastra en su interior, una lluvia pertinaz lo está mojando y las hojas de las ceibas, del cañahuate y del caracolí, no alcanzar a construir ese paragua que evite que le caiga el inmenso chaparrón.  Allá en lo alto del cielo inmenso, las estrellas se adormecen titilando cual luciérnagas y por fugaces instantes apagan sus linternas, sumiendo en fugaz oscuridad las negras y preñadas nubes, que titilando de miedo se orinan a placer sin poder contener el torrencial aguacero.  La luna ahora ha sido cubierta por las inmensas nubes negras y su claridad plenilunar no alcanza atravesar aquel grueso y oscuro manto de nubes, que como por arte de magia en un fugaz instante se han apoderado del entorno y del paisaje natural. El mirlo en un ciruelo se ha ocultado, y pensativo y silencioso ha dejado de cantarle a su novia que es la noche;  Un halito de frio letal recorre aquel ambiente y un profundo y espeso silencio se apodera del lugar.  La luna ahora sí, ha dejado de brillar, el toldo negro de las espesas nubes, son las dueñas y señoras del espacio y a carcajadas retozándoos entre sí, continúan orinando a borbotones alimentando cual diluvio universal, el desbastador vendaval.  El río tiene miedo y corre a prisa, las gruesas gotas aguijonean sus lomos y él inquieto se desliza como queriendo llegar muy rápido a su destino.  Los habitantes nocturnales, agazapados en sus cuevas, madrigueras y en las copas de los árboles, no atinan a mover ni una pestaña, ellos conocen este ambiente, han sido testigos de una noche parecida a esta y saben por instinto que el mal se cierne en la comarca.

El silencio es infinito, largo y profundo, pero un silbido zigzaguea en el ambiente, imitando el deslizar de las patas de un zancudo en una hoja de papel; es tenue, leve, pero inquietante, da la apariencia que por instantes se multiplicara por mil y retumbara en el oído como un tambor africano.  Todos están a la expectativa, el tigre y el turpial, el mirlo y la serpiente, el búho y el cardenal y los peces que no duermen en el río y que llenos de miedo también titiritan del frio.  Las negras nubes en el cielo han sentido aquel temor y abrazadas entre sí, ahora orinan despacito amilanando el temporal.  El río corre de prisa, soberbio, imponente, caudaloso, rugiendo en su interior y dispuesto a enfrentarse a lo que sea.  El silbido ya es visible en los oídos y por instantes se agiganta y la luna que percibe aquel misterio, le implora de rodillas al manto negro de las nubes, que abran sus ventanas y le dejen lanzar a plenitud toda la luz de su fulgor, para aclarar aquel misterio natural.  Las nubes le obedecen y abren sus puertas de par en par y la luna en plenilunio vuelve alumbrar aquel paisaje natural.  A la distancia se observa la inmensa cadena montañosa y sus picos cubiertos de nieve. La luna los alumbra a plenitud, su fulgor es inmenso, pero es opacado por el azulado brillo que desciende vertiginoso, acompañado de aquel tenue silbido que por momento quiere romper los oídos.  El disco incandescente desciende a velocidades increíbles, pareciera que fuera a estrellarse con los picos montañosos, pero pasa raudo para detenerse como por arte de magia en la copa de las altas ceibas y caracolíes.  La inmensa claridad de la luna en plenilunio ya no llega a la comarca, se ha detenido a mitad del espacio, como cuajada y sostenida por el haz de luz del azulado brillo que cubre este espacio en su totalidad.  El río se ve plateado, las hojas de los árboles se han vuelto transparentes y las gotas que caen del fuerte chaparrón, parecen lágrimas de cristales que se posan en el río. El ciruelo se ve hermoso y cual árbol navideño, invita al mirlo a cantarle a la pradera.  Los animales salen de sus cuevas, de sus madrigueras, las aves vuelan en las copas de los árboles y el miedo ha desaparecido en su totalidad de ellos.  Aquel tenue silbido igual tampoco existe y ahora a cambio de aquel silbido, se escucha la música celestial de la canción del amor. Y como un misterio celestial, los animales, los árboles, el río y las montañas hablan y todos cantan armoniosos, llenos de inmensa felicidad: “Que si existe la verdad. Que pronto vendrá la paz, que la luz vino del cielo y que allá por Ganimedes, se está firmando la paz”.

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 17 de Noviembre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

sábado, 8 de noviembre de 2014

TENGO MIEDO
Tengo miedo, miedo intenso ¡yo tengo miedo!
La sombra de la noche.. aparecen en mis días
Como aquel lienzo. que aquí cubren mi espejo
Que refleja esta penumbra [..] que se extiende
Y la envuelve en la nada, de la oscuridad total
Ya soy un duende, que muriendo, nada siente
Estrella fugaz, agujero negro, nave sin retorno
Que gira, gira y gira […] buscando esa verdad
Oculta en un lucero.. Mostrándose en el fondo
Nubes negras, elípticas, Formando tempestad
Y viento huracanado, que la tempestad alegra
Tormenta promisoria y [...] malvada terquedad
Cerebro entumecido, ciego, no ve la nebulosa
Voy viajando sin retorno, en mi nave del olvido
No encuentra su destino. él mira las mil cosas
Estrellas, lunas y planetas. Que están girando
Cual baile de doncellas, viajando en el cometa
Que corre al infinito, y sin saber hasta cuando
Miedo intenso, ciego, y Sin lazarillo conductor
Igual que un corazón… sin alma y sin amigos
No ve el peligro. Meteoritos, llevando su dolor
Manto negro de la noche oscura, [Que cubre]
Y envuelve al pelegrino ¡Inocente en el amor!
Que viaja hacia el abismo y La Sima del dolor
Un volcán en erupción y tormenta borrascosa
Y este cruel nubarrón, que llegara a empapar
El alma, y sentimiento […] El cielo y nebulosa
La nave del amor, perdida, no lleva conductor
Las estrellas se alejan y las lunas escondidas
Y solo veo meteoritos. Haciendo su explosión
La esfera que es mi nave, ella se resquebraja
Mil meteoros la atacan, y aquí solo Dios sabe
Que el pecado que tengo ¡el salió de la nada!
Que venga la tormenta y el cielo se me cierre
Si digo que te quiero.. Tendré la muerte lenta
En un agujero negro, tú dirás que me quieres
Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 07 de Noviembre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
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martes, 4 de noviembre de 2014


PERDIDO ENTRE DOS MUNDOS
Perdido entre dos mundos.. Divaga mi pensar
Igual que el ancho mar, y el espacio profundo
Yo navego entre la nada, y no puedo aterrizar
La mente me traiciona, viviendo en el pasado
No vislumbro el presente. [Ni un futuro lejano]
El espacio es extenso, y no voy a ningún lado

Aquí por Ganimedes. Quizás tenga respuesta
Donde viven los entes... Esos que tú prefieres
O tal vez en la tierra... La gente si es perfecta
Hoy miro con mi lente, y: un cristal de primera
Observo el infinito... [De este espacio bendito]
Y hoy sigo confundido. y es mi verdad sincera

Así viajo en esta esfera.. En la nave del olvido
A tientas por el mundo. Sin pan, y sin un traje
Mendigo de la vida.. y por ti: yo estoy perdido
Mi ruta es tan incierta. Sin amor, y sin amigos
Solitario del mundo.. No vislumbro esa puerta
Y mi entrada es incierta, y mi calvario yo sigo

A tientas por el mundo... Sin brújula y perdido
Fantasma de la vida... Más terco que la mula
Ya he perdido mi altura. [Y enterrado yo vivo]
Partiré a las alturas.- Tal vez lejos de ustedes
Cual campesino incierto, enterrare mis penas
Viviré en otras lunas. [Quizás en Ganimedes]

Voy a sembrar mi flor... Igual que el Principito
Yo Allá en mi soledad.. Veré descender al sol
Y en las tardes solitarias, los ocasos benditos
Ya no quiero volver.. Seré solitario del mundo
Cultivando los baobabs. Donde los pueda ver
Y moriré lentamente, en un espacio profundo

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 02 de Noviembre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

domingo, 26 de octubre de 2014


PECADO ORIGINAL
Desesperado y alegre, siento  gran emoción
La mañana es divina y el cielo esta hermoso
Y oigo trinar los pájaros, aquí en mi corazón
Ya viene saliendo el sol.. y la tierra esta feliz
El aire que respiro. Le siento un grato sabor
Y allí lance mil suspiros, cuando su foto la vi

Ya sé que nada es igual. me siento muy feliz
Yo cuando oigo trinar, en el jardín un colibrí
Tú apareces en mi mente y tú me hablas así
Es dulce melodía, la percibo en el ambiente
Y me quedo fascinado, al escucharte yo a ti
Pero me sueño despierto, solo veo el colibrí

¿Quién eres tú? Esa mujer, que tanto adoro
Tu: como te has alojado.. Aquí en mi mente
A la que amo, como el más preciado tesoro
O serás el ángel bueno, que Dios me regaló
La estrella, que me haga cometer el pecado
De pedir la felicidad, el regalo más preciado

No creo tener pecado, y aquí veo salir el sol
Si me vine a este planeta.. Es para dar amor
Y no quisiera partir.. Llevándome este dolor
Besa el colibrí la flor, ella le regala su néctar
Y veo los periquitos, besarse con gran amor
Dime quien eres tú, veni dame la respuesta

Anoche vi los luceros, enamorados del cielo
Y la luna y el mar, disfrutaban amor sincero
Yo quede pensativo tú sabrás que te quiero
Y vi palmeras alegres, allí besaban al viento
Los vi tan contentos, los delfines retozaban
Tú figura en mi mente, era un gran lamento

Hoy te voy a decidir y a contarte mi secreto
A prometerte la luna. A bajarte las estrellas
No me eches al olvido, mira a ti te prometo
Y me dejare guiar. Con respeto por tu amor
Así te podre amar. Sin que me lo quite Dios
Yo no quisiera cometer.. Mi pecado original

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Noviembre 07 de 2011
Derechos reservados © Copyright
País Colombia

sábado, 25 de octubre de 2014

AGONIZA EL PICAFLOR
Agoniza el picaflor. Frente a esta bella flor
Iba lleno de ilusión, llego raudo a su jardín
Pero recibió una espina. Allí en su corazón
Ahora se desangra. y el muere lentamente
Él la mira sorprendido y la desea perdonar
Se siente herido, con una estocada mortal

No entiende lo que paso.. El conocía la flor
Y creía tanto en ella, que por eso se confió
Pero jugo al amor.. y jaque mate ella le dio
Ese amor se convirtió, en el juego del azar
Allí el buen jugador. Haría su mejor partida
El picaflor se confió, y esa flor a él lo mato

Aquí se va muriendo. La estocada fue fatal
La espina que lo mato, estaba envenenada
Con curare de traición. Para causarle dolor
Y ese néctar de la flor. Se ofrecía exquisito
El colibrí inocente.. Llego a beber del amor
Pero la espina lo hirió y mato lo más bonito

Fuerte veneno.. Que mato aquel chupaflor
Quien pudo envenenar, la espina de la flor
O quizás ella también, en esa trampa cayó
Aquí el mal se cierne, en el jardín del amor
Conozco esta flor. Y su alma pura y blanca
Y no la creo capaz...De tal tamaña traición

Que enigma ya se cierne, en esta bella flor
En ella no hay traición [...] solo se defiende
Tal vez fue presionada.. Por otro floricultor
No entiendo que paso, quizás ella enfermo
Del virus que Carcome, y mata lentamente
Y tomo esa decisión, para no sufrir los dos

Hoy pido el derecho, de conocer la verdad
Cuál fue el pecado, cuál ha sido la maldad
O me iré al otro mundo, en eterna soledad
¡Oh tu bendita flor!.. Dueña de mi corazón
Resucita al moribundo y salva al chupaflor
Dale tu bálsamo de vida y la gota del amor

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 26 de Septiembre de 2012
Derechos Reservados © Copyright
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viernes, 24 de octubre de 2014

RELOJ, RELOJ, RELOJ.
Hoy se desgranan lentamente, los segundos
Aquí los minutos perezosos, están sin ganas
Ya de lo hermoso, nada queda por el mundo
Profundo sentimiento y sutil corren las horas
Dichoso avanza el tiempo y sus agujas a mil
Allí en el aeropuerto… Puntual y sin demora

Reloj marca las horas.. Reloj no te detengas
Aquí en tu casa azul […] tu morada primitiva
Marcando así el albur, de esa causa perdida
Y así mides el tiempo.. Pero viajas en coche
Tú mides lentamente, el frio con su tormento
Más vivo la hipotermia, y aquí llega la noche

Temblando zambilocos, el frio no los detiene
Montón de gente adulta, y los minutos locos
Transporte o autobús. Por el carril que viene
Reloj marca las horas.. Ya llega el amor mío
Por qué no te congelas.. No te detiene el frio
Mira que estoy en vela, y yo solo en ti confió

Reloj marca las horas, y espero que me des
El tiempo del futuro, tan pronto y sin demora
Como vive el canguro... Allá por Ganimedes
Ya no veo las palomas […] allá por el tejado
Igual los caramelos… Dormidos por la mesa
Que dolor de cabeza. Tener a un ser amado

Reloj, reloj, reloj ¿por qué tú no me quieres?
El tiempo de las horas, le pertenece a usted
No soy extraterrestre. Vengo de Ganimedes
Mi tiempo es infinito, me marcas los minutos
Los segundos perdidos, el tiempo que se va
Reloj en ese espacio. Viviendo estoy de luto

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Octubre 23 de 2014
Derechos Reservados © Copyright

País Colombia

domingo, 19 de octubre de 2014

VIVIR LA CONTEMPLACION
Vivir la contemplación y analizando el paisaje
Disfrutar la perfección.. Nacida de la creación
Es sentir vibrar el alma, embriagada del amor
Admirar sus mil detalles. Al ver nacer una flor
El jardín que la cultiva, Él la mima con orgullo
Y el jardinero la cuida, como si fuera su amor
 
Vivir la contemplación, es poder mirar el cielo
Es ver la exacta belleza, con ojos del corazón
Es mirar el amanecer, en su infinita grandeza
Ver al sol tender su velo y con el ocaso llegar
Y pintar el ancho mar [..] de purpura cardenal
Admirarlo extasiado, cuando se viene a bañar
 
Vivir la contemplación... Es admirar la nevada
Ver nacer ese riachuelo, igual el hilo del agua
Saltando peñas y rocas.. Igual a una cascada
Contemplar así el paisaje, y ver el hielo nevar
Allí mirar el horizonte. En toda su inmensidad
Alzar la vista hasta el cielo, ver al águila volar
 
Vivir la contemplación, al mirar tus bellos ojos
Compararlos con el mar, ver su fuego y fulgor
Sentir el alma feliz, contenta  llena de antojos
Es admirar tu figura [..] en toda la inmensidad
Mirar tu sonrisa divina, Tú esa reina de altura
Y pintarte en mi mente, recostada en un sofá
 
Vivir la contemplación, es misterio y es placer
Nos contempla la mujer, la que nos da la vida
Y se siente enriquecida... Si ella nos ve nacer
Por eso mujer divina… tú si vives complacida
Nos contemplas a placer y tienes satisfacción
Al entregar el amor, eres procreadora de vida
 
Vivir la contemplación... Es tener satisfacción
Saber sentir en nosotros. La ternura de la flor
El corazón se estremece, y se llena del amor
Contemplar el amanecer y el roció mañanero
Ver mil estrellas del cielo. Así es el amor mío
Y contemplar la mujer, y decirle que la quiero
 

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 19 de Octubre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
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domingo, 20 de julio de 2014

“CORONEL SALVE USTED LA PATRIA”


Coronel salve usted la patria, ¿Con que mi general, no ve que estoy completamente en la inopia?, no ve que no tengo ni siquiera un regimiento adecuado, solo cuento con unos escasos 14 lanceros. ¿Dígame con que quiere usted que yo salve a la patria? ¡Con sus cojones gran cabrón!, Haga lo que sea, haga lo que tenga que hacer, pero de usted depende la salvación de esta patria. Estas fueron las palabras furiosas del general Simón Bolívar al coronel Juan José Rondón, un militar aguerrido y valiente al mando de unos escasos y harapientos lanceros tan valientes o más aguerridos que él.

Bolívar estaba completamente derrotado, las fuerzas federalistas le habían ganado unas tras otras batallas y el desde hacía unas semanas se encontraba replegado a orillas del Pantano de Vargas en las estribaciones de Paipa, lo que es hoy, un municipio del departamento de Boyacá en las faldas de la cordillera Oriental, más concretamente por los lados de la laguna Sochagota, entre los ríos Chicamocha y Chontales. Las tropas de Bolívar estaban diezmadas por el hambre, la desnudez y el frio del páramo, que con una temperatura promedio de 14ºC y donde había precipitaciones lluviosas constantemente, hacían que las condiciones para el ejército Libertador no fueran las más halagüeñas.

Me imagino a este patriota venezolano de escasos 29 años, el coronel Juan José Rondón, recibiendo estas órdenes del General Simón Bolívar. Tamaña responsabilidad, me imagino que miraría a su alrededor y el panorama que observó lo tuvo que dejar consternado. Solo unos escasos 14 lanceros, frente a un ejército bien disciplinado y bien armado como eran las tropas federalistas de la corona española. Seguro que por su mente pasaron infinidades de preguntas, quizás hasta pensó en huir, pero no, la cobardía no formaba parte del diario vivir de estos patriotas, ellos preferían dejar la vida en el campo de batalla, antes que batirse en retirada. Me imagino que luego de sobreponerse al impacto de esta orden y antes que desobedecer las órdenes del Libertador, se puso firme y le contestó: “No se preocupe mi General, Patria, Vida o Muerte”; lucharemos hasta el final, cuente con la victoria el triunfo es nuestro. Luego aplicando las enseñanzas aprendidas en las batallas anteriores, emulando a los grandes militares de la historia, como Napoleón Bonaparte en las batallas frente a las pirámides de Egipto, y quien les dijo a sus soldados para fortalecerlos: “Soldados 40 siglos de historia os contemplan”, o también emulando al bárbaro Atilas quien decía: “donde pisa mi caballo no nacerá más la hierba.” Quizás recordando a todos estos grandes conquistadores de la historia, se llenó de valor. Miró al ejercito enemigo con desprecio, se fortaleció así mismo, se creció en su interior como un gigante indestructible, y tal vez recordó también ese pasaje de la Biblia de David y Goliat; y entonces todo el temor, el miedo, desaparecieron de su ser, arengó a todo pulmón a sus escasos lanceros, gritó con todas sus fuerzas en los caseríos del pueblo muisca, despertó en los chibchas, habitantes de esa región ese deseo de independencia. Gritando a todo pulmón, pidió ayuda y su llamado no fue en vano. Los moradores del caserío muisca vieron en su rostro tal firmeza y decisión: que nadie, ni las mujeres, los ancianos o los niños fueron capaces de negarles la ayuda requerida. Rondón se enfrentó al ejercito federalista con sus 14 lanceros, con unos pocos viejos del caserío muisca, con las mujeres indígenas embarazadas y con unos escasos niños de unos 6 a 10 años de edad armados con sus palas y azadones. Y así, con ollas, calderos, palos de escoba o todo lo que sirviera para golpear, atacaron a ese ejercito federalista con tanta furia, con tanto rencor acumulado por la esclavitud a que los había sometido el yugo español, que en pocas horas ganaron la batalla, los federalistas se batieron en retirada y en el campo de batalla, los lanceros, los ancianos, las mujeres y hasta los niños gritaban victoriosos, recogiendo los mosquetes y espadas del enemigo, rearmándose nuevamente para la batalla final.

Coronel excuse usted, la orden tan apremiante pero tan falta de buena educación que le impartí hace unas tres horas. ¡Pero mi coronel, estaba desesperado, la patria, la libertad y el triunfo se me escurrían de las manos como el agua entre los dedos! Habían sido tantas derrotas unas tras otras, que ya veía también perdida esta batalla. Mi coronel usted ha sido hoy el ángel salvador de la Nueva Granada, usted es el artífice, el precursor de la batalla final. Sé y así lo creo que muy pronto entraremos victoriosos a Santa Fe de Bogotá. Quien así hablaba era el General Simón Bolívar, que felicitaba efusivamente a esos bravos 14 lanceros, a los habitantes del caserío muisca y al coronel Juan José Rondón, por ese contundente triunfo obtenido frente al ejército federalista y que los dejabas a las puertas de la victoria definitiva.

Ahora recordaba aquel fatídico 22 de enero de 1803, él había prometido en silencio frente al cadáver de su joven esposa, María Teresa del Toro y Alayza, la libertad de todos los pueblos de América. Juramento este que reafirmo el 15 de agosto de 1805 en la ciudad de Roma, más concretamente en la colina romana conocida como el Monte Sacro, delante de su maestro Simón Rodríguez, donde juró libertar a su patria del yugo español. La mente de Bolívar era un caos de recuerdos y de felicidad, sabía que ese triunfo, no le pertenecía solamente a él, habían sido tantas y tantas las personas a su alrededor, participando en las campañas libertadoras, que recordaba claramente el día que se entrevistó en Europa con el Generalísimo Francisco de Miranda, quien lo hizo miembro de la Gran Reunión Americana de Londres o Logia de los Caballeros Racionales, Simón Bolívar lo invitó a regresar a su patria Venezuela y esta invitación dio sus frutos: el 12 de marzo de 1806 Miranda entra a la Vela de Coro enarbolando la que sería hasta hoy la bandera venezolana. Tantos héroes y patriotas, criollos aguerridos como José Antonio Nariño, Precursor de esta independencia, José Antonio Galán, José Acevedo y Gómez, Policarpa Salavarrieta Manuelita Sáenz, el cura Camilo Torres, Concepción Loperena de Castro. Ellos son los verdaderos triunfadores de esta independencia. Bolívar sabía que su triunfo estaba sostenido sobre bases firmes, sobre las bases e ideas de todos esos héroes que él ahora recordaba. Por eso no perdió ni un solo instante, no se descuidó en lo más mínimo. El como un experto y curtido militar; sabía que el enemigo podía reagruparse nuevamente y recuperar el terreno perdido. Por eso en escasos doce días arengo a sus tropas, las fortaleció física y mentalmente y creo dos contingentes: uno al mando del General Francisco de Paula Santander y otro al mando de José Antonio Anzoátegui, quienes bajo sus órdenes el 7 de agosto de 1819 derrotaron en la zona de Boyacá las tropas federalistas del ejército español, al mando del el general español José María Barreiro, sellando así definitivamente la independencia de la Nueva Granada.

Ahora estoy seguro de que el general Simón Bolívar vivió y murió por la independencia de los pueblos americanos y que recordaría hasta en su lecho de muerte esos gloriosos himnos del “GLORIA AL BRAVO PUEBLO” y el “OH GLORIA INMARCESIBLE”.
Ojala la muerte del Libertador Simón Bolívar, haya servido para que algún día todos estos pueblos americanos cumplan su postrera voluntad:

“Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos
y se consolide la unión: yo bajare tranquilo al sepulcro”.

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Julio 20 de 2014
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País Colombia