“El
AMOR” (Feliz Navidad)
El
amor es el umbral de todo lo bello, el amor es el mágico amanecer
de cada corazón, el amor es un tesoro ilimitado, es una maravilla que sobrepasa
la imaginación, y es más hermoso que todas las cosas visibles. Si nos esforzamos
por amar, no habrá nunca dificultad que no pueda vencerse, ni mal que no se pueda
remediar, si no ponemos limite a nuestro amor, no habrá puerta que no pueda
abrirse, ni distancia que no se pueda salvar. Si nuestro amor es amplio, no habrá
muro que no se pueda derribar, ni existe pecado que el amor sea incapaz de
redimir, realmente no importa cuán arraigado esté el problema, ni cuál desalentadoras
sean la perspectivas, ni cuál complicado sea el enredo, ni cuál grande haya
sido el error cometido. Con suficiente amor, toda sombra se disipa. Al igual que
todas las gemas preciosas, el amor tiene diversas facetas, uno puede verlas
desde ángulos distintos, y ver diferentes destellos y colores. Una de las
facetas más bellas y mágicas, de ese algo esplendoroso que es el amor, es el
idilio entre dos enamorados
“Cuando
te conocí, la noche se hizo día, brilló el sol, y huyeron las sombras de mi
vida, las aves embellecieron su cantar, y flores nuevas brotaban a mi paso, el
mundo parecía más hermoso, más feliz, la vida cobró más valor, “cuando te
conocí”.
Ninguna
selección de pensamientos acerca del amor estaría completa, sin el pasaje que
se detalla a continuación: Fue escrito hace casi 2000 años por San Pablo, el
dirigente de la iglesia primitiva, para sus seguidores de la ciudad griega de
Corintios, las palabras que surgieron aquel día de su pluma, pasaron a la
historia como uno de los textos más hermosos é inspirados de todos los tiempos,
es uno de los capítulos más famosos del libro más famoso del mundo…. “Se
trata del capítulo l3, de la primera epístola a los Corintios que
aparece en el nuevo testamento, dice”: “Si yo hablase lenguas humanas y angelicales, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe, y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy, y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve; el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no
es jactancioso, no se envanece no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se
irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la
verdad, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, el amor
nunca deja de ser, pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas, la
ciencia acabará, porque en parte conocemos y en parte profetizamos, más cuando
venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará , cuando yo era niño
hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fui
hombre, dejé lo que era de niño, ahora vemos por espejo oscuramente, mas entonces
veremos cara a cara, ahora conozco en parte, pero entonces conoceré cómo fui
conocido, y ahora permanece en la fe, la esperanza, y el amor estos tres, pero el
mayor de ellos es el amor”.
El
amor lo es todo, puesto que sin él no habría nada, ni amigos, ni familias, ni
padres ni madres, ni hijos ni sexualidad, ni salud, ni felicidad, ni Dios ni
cielo, nada de esto existiría sin amor. Una casa se construye a base de muros y
de vigas, un hogar a base de amor y de sueños, todas las cosas de la casa se mueven
con suavidad, cuando sus mecanismos están lubricados con el aceite del amor, la
bondad se parece a la nieve, en que hace hermoso todo lo que cubre, el amor
funde no quebranta, a los que menos amor se merecen, son los que más lo
necesitan, el amor es convertir
los problemas de los demás, en nuestros propios problemas, si tus ocupaciones
no te permiten escuchar el clamor de los que sufren necesidades, es que estás
más ocupado que Dios mismo, la mayor necesidad humana es el amor, y es el amor
la mejor repuesta de Dios. ¿Crees tú en el amor tanto como amas? Siempre puedes
dejar caer un poquito de amor en los corazones de quienes pasan a tu lado,
aunque sea al menos una palabra, una sonrisa, o una mirada de cordialidad, un
poquito de amor llega muy lejos. Él es la llave de todos los corazones, prueba
con el amor,
nunca fracasa, porque Dios es amor, y es imposible que Dios fracase. Te has
preguntado alguna vez qué aspecto tiene el amor: tiene manos para ayudar a los
demás, tiene pies para apresurarse a socorrer al pobre y al necesitado, tiene
ojos para ver la miseria de la penuria, tiene oídos para oír los quejidos y la
tristeza de la gente, ese es el aspecto que tiene el amor. En realidad el amor
es también una obligación, si amas a alguien, no le fallarás, desilusionarás,
ni defraudarás, Jesús dijo cierta vez: “Nadie tiene mayor amor que
esto, que uno ponga su vida por sus amigos”. Lo cual es algo que
todos podemos hacer, si cada día ofrecemos nuestra vida con amor y entrega así
a los demás, anteponiendo su felicidad a la nuestra. El amor es un don para atesorar
toda la vida, en la luz y en la oscuridad, un don que da alegría sin medida, que
hace que los sueños se vuelvan realidad, un don que da fortaleza interior
cuando llega la tristeza, un don que alienta el corazón y a la vida da belleza,
un don que podemos retener, pase lo que pase en nuestra vida. El genuino amor
siempre tiene bendición, y lo comparte todo con satisfacción, las mejores cosas
de la vida son las que se comparten, del que tiene según su capacidad, al que
no tiene según su necesidad, ese es el generoso principio del amor y el amoroso
principio del compartir. El amor enriquece al dar, mientras vemos que el
egoísmo y la mezquindad, empobrecen de tanto acumular. El amor es un tesoro que
se multiplica al dividirlo, es un regalo, que cuanto
más sacamos de él, más crece, es un negocio en el cual lo más conveniente, “ES
SER UN GRAN DERROCHADOR”. El
amor debes derrocharlo a manos llenas, darlo sin vacilar, regálalo, rocía con
él a los demás, vacíate los bolsillos, da vuelta a la canasta, derrama la copa,
y mañana tendrás más que nunca, si hoy das un paso de fe y le hablas a alguna
persona del amor, si tratas de hacerla
feliz, descubrirás que al dar amor, amor recibirás. El amor tiene cosas
maravillosas que tú puedes disfrutar con otra alma solitaria, si solamente lo
intentas. Cuanto más se da, más se recibe, y uno puede dar, dar y dar, y
recibirá, recibirá y recibirá, pues en verdad una campana mientras no suene no
es tal, ni lo es una canción que no se oye cantar, ni se puso el amor en tu
corazón para guardarlo, pues para que sea amor es necesario darlo.
Autor: Antonio Hernández G.
Fecha: Diciembre 07 de 2014
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País Colombia
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