miércoles, 10 de diciembre de 2014

MAGICO AMANECER
Qué lindo, hermoso, y que bello, el amanecer
Y el roció de la mañana, a él lo hace precioso
Ese pasto verdecito, y esas flores por doquier
Y un cristalino manantial, que corre perezoso
Y en su vientre pececillos. Se dedican a jugar
Allí van bailando, jugando y se ven hermosos

Que bella la mañana, y su traje verde intenso
Allí adornada con largas lianas, y lindas flores
Ver al sur los tulipanes, cañahuates y cerezos
Al sol asomarse tímido. Allí es un punto rojizo
Y al tocar el manantial. Él le forma el arco iris
En las mil escamas de los peces, yo me erizo

El roció va durmiendo y es tragado por el sol
Y al instante abre la tienda, el ofrece su calor
Allí la mañana lo compra ella solo ama al sol
El cantar de colibrí, de la alondra y chupaflor
El olor a tierra húmeda y todo el calor del sol
Dicen que es aquí. Donde se fabrica el amor

Allí quedo embelesado, mirando esa belleza
Sus montañas lejanas y sus picos plateados
Que el sol ha besado las convierte en alteza
Todo está controlado.. y la sinfonía empieza
Así la primera pieza. La cantan los tulipanes
El sinsonte no se calla, igual a la guacamaya

Y oigo el trinar: del cho gui, cho gui, cho gui
Una manada de caballos.. Aparecen por allí
Veo desayunar el néctar, a un par de colibrí
Ya el sol se riega, en la distancia y la llanura
El manantial guiña el ojo y me invita a bañar
Sus aguas cristalinas, acarician, dan ternura

Oigo mugir el ganado, allí el grito del arriero
Y tan disciplinadas. Un ejército de hormigas
Cual soldados en filas, y van por el sendero
Yo estoy en la orilla, del cristalino manantial
Formo mil castillos y son las cosas sencillas
Como cuidar el amor, y así poderte yo amar

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 10 de Diciembre de 2014
Derechos reservados © Copyright
País Colombia

domingo, 7 de diciembre de 2014

“El AMOR”   (Feliz Navidad)
El amor es el umbral de todo lo bello, el amor es el mágico amanecer de cada corazón, el amor es un tesoro ilimitado, es una maravilla que sobrepasa la imaginación, y es más hermoso que todas las cosas visibles. Si nos esforzamos por amar, no habrá nunca dificultad que no pueda vencerse, ni mal que no se pueda remediar, si no ponemos limite a nuestro amor, no habrá puerta que no pueda abrirse, ni distancia que no se pueda salvar. Si nuestro amor es amplio, no habrá muro que no se pueda derribar, ni existe pecado que el amor sea incapaz de redimir, realmente no importa cuán arraigado esté el problema, ni cuál desalentadoras sean la perspectivas, ni cuál complicado sea el enredo, ni cuál grande haya sido el error cometido. Con suficiente amor, toda sombra se disipa. Al igual que todas las gemas preciosas, el amor tiene diversas facetas, uno puede verlas desde ángulos distintos, y ver diferentes destellos y colores. Una de las facetas más bellas y mágicas, de ese algo esplendoroso que es el amor, es el idilio entre dos enamorados

“Cuando te conocí, la noche se hizo día, brilló el sol, y huyeron las sombras de mi vida, las aves embellecieron su cantar, y flores nuevas brotaban a mi paso, el mundo parecía más hermoso, más feliz, la vida cobró más valor, “cuando te conocí”.

Ninguna selección de pensamientos acerca del amor estaría completa, sin el pasaje que se detalla a continuación: Fue escrito hace casi 2000 años por San Pablo, el dirigente de la iglesia primitiva, para sus seguidores de la ciudad griega de Corintios, las palabras que surgieron aquel día de su pluma, pasaron a la historia como uno de los textos más hermosos é inspirados de todos los tiempos, es uno de los capítulos más famosos del libro más famoso del mundo…. “Se trata del capítulo l3, de la primera epístola a los Corintios que aparece en el nuevo testamento, dice”: “Si yo hablase lenguas humanas y angelicales, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe, y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy, y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve; el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad, todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, el amor nunca deja de ser, pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas, la ciencia acabará, porque en parte conocemos y en parte profetizamos, más cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará , cuando yo era niño hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño, ahora vemos por espejo oscuramente, mas entonces veremos cara a cara, ahora conozco en parte, pero entonces conoceré cómo fui conocido, y ahora permanece en la fe, la esperanza, y el amor estos tres, pero el mayor de ellos es el amor”.

El amor lo es todo, puesto que sin él no habría nada, ni amigos, ni familias, ni padres ni madres, ni hijos ni sexualidad, ni salud, ni felicidad, ni Dios ni cielo, nada de esto existiría sin amor. Una casa se construye a base de muros y de vigas, un hogar a base de amor y de sueños, todas las cosas de la casa se mueven con suavidad, cuando sus mecanismos están lubricados con el aceite del amor, la bondad se parece a la nieve, en que hace hermoso todo lo que cubre, el amor funde no quebranta, a los que menos amor se merecen, son los que más lo necesitan, el amor es convertir los problemas de los demás, en nuestros propios problemas, si tus ocupaciones no te permiten escuchar el clamor de los que sufren necesidades, es que estás más ocupado que Dios mismo, la mayor necesidad humana es el amor, y es el amor la mejor repuesta de Dios. ¿Crees tú en el amor tanto como amas? Siempre puedes dejar caer un poquito de amor en los corazones de quienes pasan a tu lado, aunque sea al menos una palabra, una sonrisa, o una mirada de cordialidad, un poquito de amor llega muy lejos. Él es la llave de todos los corazones, prueba con el amor, nunca fracasa, porque Dios es amor, y es imposible que Dios fracase. Te has preguntado alguna vez qué aspecto tiene el amor: tiene manos para ayudar a los demás, tiene pies para apresurarse a socorrer al pobre y al necesitado, tiene ojos para ver la miseria de la penuria, tiene oídos para oír los quejidos y la tristeza de la gente, ese es el aspecto que tiene el amor. En realidad el amor es también una obligación, si amas a alguien, no le fallarás, desilusionarás, ni defraudarás, Jesús dijo cierta vez: “Nadie tiene mayor amor que esto, que uno ponga su vida por sus amigos”. Lo cual es algo que todos podemos hacer, si cada día ofrecemos nuestra vida con amor y entrega así a los demás, anteponiendo su felicidad a la nuestra. El amor es un don para atesorar toda la vida, en la luz y en la oscuridad, un don que da alegría sin medida, que hace que los sueños se vuelvan realidad, un don que da fortaleza interior cuando llega la tristeza, un don que alienta el corazón y a la vida da belleza, un don que podemos retener, pase lo que pase en nuestra vida. El genuino amor siempre tiene bendición, y lo comparte todo con satisfacción, las mejores cosas de la vida son las que se comparten, del que tiene según su capacidad, al que no tiene según su necesidad, ese es el generoso principio del amor y el amoroso principio del compartir. El amor enriquece al dar, mientras vemos que el egoísmo y la mezquindad, empobrecen de tanto acumular. El amor es un tesoro que se multiplica al dividirlo, es un regalo, que cuanto más sacamos de él, más crece, es un negocio en el cual lo más conveniente, “ES SER UN GRAN DERROCHADOR”. El amor debes derrocharlo a manos llenas, darlo sin vacilar, regálalo, rocía con él a los demás, vacíate los bolsillos, da vuelta a la canasta, derrama la copa, y mañana tendrás más que nunca, si hoy das un paso de fe y le hablas a alguna persona del amor, si tratas de hacerla feliz, descubrirás que al dar amor, amor recibirás. El amor tiene cosas maravillosas que tú puedes disfrutar con otra alma solitaria, si solamente lo intentas. Cuanto más se da, más se recibe, y uno puede dar, dar y dar, y recibirá, recibirá y recibirá, pues en verdad una campana mientras no suene no es tal, ni lo es una canción que no se oye cantar, ni se puso el amor en tu corazón para guardarlo, pues para que sea amor es necesario darlo.

Autor: Antonio Hernández G.
Fecha: Diciembre 07 de 2014
Derechos reservados © Copyright
País Colombia
TORMENTO

Ahora estoy seguro, Que no tengo salvación
Soy inquilino, de ese olvidado mundo oscuro
Mi destino ya no existe, [lo destruyo el dolor]

Soy un ciego de la vida y soy un condenado
No hay infierno o purgatorio. Ya no hay cielo
Soy un alma perdida, aposento de los malos

Un cruel destino heredado, Paraíso Terrenal
Vagare en el infinito como el cometa perdido
Soy catedral de palo, y aquí nada puedo dar

No tengo hermano ni amigo [y no tengo paz]
La paz está cansada, Dios que la quiso tanto
No la nombra, en un milagro la dejo olvidada

Igual soy esa sombra [un remedo de la vida]
Esa brizna perdida, que el viento a su antojo
Baila con ella el tango y esa melodía perdida

Más alcanzo a vislumbrar, la cuota del amor
Y en mi oscuridad y dolor, veo brillar una luz
Que no me logra guiar, está llena del rencor

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 04 de Diciembre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

lunes, 17 de noviembre de 2014



LA PAZ EN PLENILUNIO
La luna está en plenilunio, su claridad es inmensa, abarca todo el contorno nocturnal y el río serpentea caudaloso entre peñas y pendientes; sus aguas espumosas forman a veces remolinos y un ruido ensordedor es el rugir del choque de las piedras que arrastra en su interior, una lluvia pertinaz lo está mojando y las hojas de las ceibas, del cañahuate y del caracolí, no alcanzar a construir ese paragua que evite que le caiga el inmenso chaparrón.  Allá en lo alto del cielo inmenso, las estrellas se adormecen titilando cual luciérnagas y por fugaces instantes apagan sus linternas, sumiendo en fugaz oscuridad las negras y preñadas nubes, que titilando de miedo se orinan a placer sin poder contener el torrencial aguacero.  La luna ahora ha sido cubierta por las inmensas nubes negras y su claridad plenilunar no alcanza atravesar aquel grueso y oscuro manto de nubes, que como por arte de magia en un fugaz instante se han apoderado del entorno y del paisaje natural. El mirlo en un ciruelo se ha ocultado, y pensativo y silencioso ha dejado de cantarle a su novia que es la noche;  Un halito de frio letal recorre aquel ambiente y un profundo y espeso silencio se apodera del lugar.  La luna ahora sí, ha dejado de brillar, el toldo negro de las espesas nubes, son las dueñas y señoras del espacio y a carcajadas retozándoos entre sí, continúan orinando a borbotones alimentando cual diluvio universal, el desbastador vendaval.  El río tiene miedo y corre a prisa, las gruesas gotas aguijonean sus lomos y él inquieto se desliza como queriendo llegar muy rápido a su destino.  Los habitantes nocturnales, agazapados en sus cuevas, madrigueras y en las copas de los árboles, no atinan a mover ni una pestaña, ellos conocen este ambiente, han sido testigos de una noche parecida a esta y saben por instinto que el mal se cierne en la comarca.

El silencio es infinito, largo y profundo, pero un silbido zigzaguea en el ambiente, imitando el deslizar de las patas de un zancudo en una hoja de papel; es tenue, leve, pero inquietante, da la apariencia que por instantes se multiplicara por mil y retumbara en el oído como un tambor africano.  Todos están a la expectativa, el tigre y el turpial, el mirlo y la serpiente, el búho y el cardenal y los peces que no duermen en el río y que llenos de miedo también titiritan del frio.  Las negras nubes en el cielo han sentido aquel temor y abrazadas entre sí, ahora orinan despacito amilanando el temporal.  El río corre de prisa, soberbio, imponente, caudaloso, rugiendo en su interior y dispuesto a enfrentarse a lo que sea.  El silbido ya es visible en los oídos y por instantes se agiganta y la luna que percibe aquel misterio, le implora de rodillas al manto negro de las nubes, que abran sus ventanas y le dejen lanzar a plenitud toda la luz de su fulgor, para aclarar aquel misterio natural.  Las nubes le obedecen y abren sus puertas de par en par y la luna en plenilunio vuelve alumbrar aquel paisaje natural.  A la distancia se observa la inmensa cadena montañosa y sus picos cubiertos de nieve. La luna los alumbra a plenitud, su fulgor es inmenso, pero es opacado por el azulado brillo que desciende vertiginoso, acompañado de aquel tenue silbido que por momento quiere romper los oídos.  El disco incandescente desciende a velocidades increíbles, pareciera que fuera a estrellarse con los picos montañosos, pero pasa raudo para detenerse como por arte de magia en la copa de las altas ceibas y caracolíes.  La inmensa claridad de la luna en plenilunio ya no llega a la comarca, se ha detenido a mitad del espacio, como cuajada y sostenida por el haz de luz del azulado brillo que cubre este espacio en su totalidad.  El río se ve plateado, las hojas de los árboles se han vuelto transparentes y las gotas que caen del fuerte chaparrón, parecen lágrimas de cristales que se posan en el río. El ciruelo se ve hermoso y cual árbol navideño, invita al mirlo a cantarle a la pradera.  Los animales salen de sus cuevas, de sus madrigueras, las aves vuelan en las copas de los árboles y el miedo ha desaparecido en su totalidad de ellos.  Aquel tenue silbido igual tampoco existe y ahora a cambio de aquel silbido, se escucha la música celestial de la canción del amor. Y como un misterio celestial, los animales, los árboles, el río y las montañas hablan y todos cantan armoniosos, llenos de inmensa felicidad: “Que si existe la verdad. Que pronto vendrá la paz, que la luz vino del cielo y que allá por Ganimedes, se está firmando la paz”.

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 17 de Noviembre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

sábado, 8 de noviembre de 2014

TENGO MIEDO
Tengo miedo, miedo intenso ¡yo tengo miedo!
La sombra de la noche.. aparecen en mis días
Como aquel lienzo. que aquí cubren mi espejo
Que refleja esta penumbra [..] que se extiende
Y la envuelve en la nada, de la oscuridad total
Ya soy un duende, que muriendo, nada siente
Estrella fugaz, agujero negro, nave sin retorno
Que gira, gira y gira […] buscando esa verdad
Oculta en un lucero.. Mostrándose en el fondo
Nubes negras, elípticas, Formando tempestad
Y viento huracanado, que la tempestad alegra
Tormenta promisoria y [...] malvada terquedad
Cerebro entumecido, ciego, no ve la nebulosa
Voy viajando sin retorno, en mi nave del olvido
No encuentra su destino. él mira las mil cosas
Estrellas, lunas y planetas. Que están girando
Cual baile de doncellas, viajando en el cometa
Que corre al infinito, y sin saber hasta cuando
Miedo intenso, ciego, y Sin lazarillo conductor
Igual que un corazón… sin alma y sin amigos
No ve el peligro. Meteoritos, llevando su dolor
Manto negro de la noche oscura, [Que cubre]
Y envuelve al pelegrino ¡Inocente en el amor!
Que viaja hacia el abismo y La Sima del dolor
Un volcán en erupción y tormenta borrascosa
Y este cruel nubarrón, que llegara a empapar
El alma, y sentimiento […] El cielo y nebulosa
La nave del amor, perdida, no lleva conductor
Las estrellas se alejan y las lunas escondidas
Y solo veo meteoritos. Haciendo su explosión
La esfera que es mi nave, ella se resquebraja
Mil meteoros la atacan, y aquí solo Dios sabe
Que el pecado que tengo ¡el salió de la nada!
Que venga la tormenta y el cielo se me cierre
Si digo que te quiero.. Tendré la muerte lenta
En un agujero negro, tú dirás que me quieres
Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 07 de Noviembre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

martes, 4 de noviembre de 2014


PERDIDO ENTRE DOS MUNDOS
Perdido entre dos mundos.. Divaga mi pensar
Igual que el ancho mar, y el espacio profundo
Yo navego entre la nada, y no puedo aterrizar
La mente me traiciona, viviendo en el pasado
No vislumbro el presente. [Ni un futuro lejano]
El espacio es extenso, y no voy a ningún lado

Aquí por Ganimedes. Quizás tenga respuesta
Donde viven los entes... Esos que tú prefieres
O tal vez en la tierra... La gente si es perfecta
Hoy miro con mi lente, y: un cristal de primera
Observo el infinito... [De este espacio bendito]
Y hoy sigo confundido. y es mi verdad sincera

Así viajo en esta esfera.. En la nave del olvido
A tientas por el mundo. Sin pan, y sin un traje
Mendigo de la vida.. y por ti: yo estoy perdido
Mi ruta es tan incierta. Sin amor, y sin amigos
Solitario del mundo.. No vislumbro esa puerta
Y mi entrada es incierta, y mi calvario yo sigo

A tientas por el mundo... Sin brújula y perdido
Fantasma de la vida... Más terco que la mula
Ya he perdido mi altura. [Y enterrado yo vivo]
Partiré a las alturas.- Tal vez lejos de ustedes
Cual campesino incierto, enterrare mis penas
Viviré en otras lunas. [Quizás en Ganimedes]

Voy a sembrar mi flor... Igual que el Principito
Yo Allá en mi soledad.. Veré descender al sol
Y en las tardes solitarias, los ocasos benditos
Ya no quiero volver.. Seré solitario del mundo
Cultivando los baobabs. Donde los pueda ver
Y moriré lentamente, en un espacio profundo

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 02 de Noviembre de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

domingo, 26 de octubre de 2014


PECADO ORIGINAL
Desesperado y alegre, siento  gran emoción
La mañana es divina y el cielo esta hermoso
Y oigo trinar los pájaros, aquí en mi corazón
Ya viene saliendo el sol.. y la tierra esta feliz
El aire que respiro. Le siento un grato sabor
Y allí lance mil suspiros, cuando su foto la vi

Ya sé que nada es igual. me siento muy feliz
Yo cuando oigo trinar, en el jardín un colibrí
Tú apareces en mi mente y tú me hablas así
Es dulce melodía, la percibo en el ambiente
Y me quedo fascinado, al escucharte yo a ti
Pero me sueño despierto, solo veo el colibrí

¿Quién eres tú? Esa mujer, que tanto adoro
Tu: como te has alojado.. Aquí en mi mente
A la que amo, como el más preciado tesoro
O serás el ángel bueno, que Dios me regaló
La estrella, que me haga cometer el pecado
De pedir la felicidad, el regalo más preciado

No creo tener pecado, y aquí veo salir el sol
Si me vine a este planeta.. Es para dar amor
Y no quisiera partir.. Llevándome este dolor
Besa el colibrí la flor, ella le regala su néctar
Y veo los periquitos, besarse con gran amor
Dime quien eres tú, veni dame la respuesta

Anoche vi los luceros, enamorados del cielo
Y la luna y el mar, disfrutaban amor sincero
Yo quede pensativo tú sabrás que te quiero
Y vi palmeras alegres, allí besaban al viento
Los vi tan contentos, los delfines retozaban
Tú figura en mi mente, era un gran lamento

Hoy te voy a decidir y a contarte mi secreto
A prometerte la luna. A bajarte las estrellas
No me eches al olvido, mira a ti te prometo
Y me dejare guiar. Con respeto por tu amor
Así te podre amar. Sin que me lo quite Dios
Yo no quisiera cometer.. Mi pecado original

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Noviembre 07 de 2011
Derechos reservados © Copyright
País Colombia