jueves, 29 de mayo de 2014

BORRACHO POR AMOR


Al cielo seguía implorando, Que le quitara la vida

Sentía dolor en su alma y siempre vivía tomando
El mundo no le importaba.. Solo tomar su bebida
Sirva trago cantinero.. [Ya no me pregunte nada]
Que tengo el alma partida, y vivo con desespero
Esa causa está perdida, jamás volverá mi amada

La luna ya no me alumbra, no veo el brillo del sol
Y al lucero mañanero.. A él lo cubre la penumbra
Las estrellas no despiden. Ese fulgor de mi amor
Sirva trago cantinero, Que me quiero enloquecer
Que mis penas no se olvidan y las deseo retener
Con ellas sigo pensando. En la mas divina mujer

Como olvidarme de ella, la dueña de mi corazón
La que tiene el alma pura, y esa mirada tan bella
Llena de inmensa ternura.. Tan linda como la flor
Que me caiga el cielo encima. Igual el juicio final
Y condenen mis errores, a las llamas del infierno
Acepto ese veredicto. Porque no he sabido amar

Otra copa cantinero. [Vengase a beber conmigo]
Y escuchemos el lamento, lo que dice la canción
Que ya no tengo el amor y no tengo ni un amigo
Deme otra copa de ron... O esa copa de veneno
Deje que ahogue las penas y este inmenso dolor
Quiero bañarme en licor.. Ella me dejo por celos

Hoy no culpo mi destino.. No me voy a defender
Sirva ese trago compadre, traiga la copa de vino
Quiero bañarme en licor. Recordando esta mujer
Cerremos esta cantina.. y vámos para otra parte
Tenga pago tres botellas, mi causa está perdida
Pero hoy te juro mujer.. Nunca dejare de amarte

Ando borracho, ando perdido. Porque el destino
Cambio mi suerte, siga compadre, asi cantando
Yo ando borracho y ando perdido, sin rumbo fijo
Caray compadre no se duerma, linda la canción
Ya nada importa compadre, si no tengo corazón 
Hoy no tengo vida, ni nada y he perdido el amor

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 29 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

miércoles, 28 de mayo de 2014

AMOR UNIVERSAL


Deseo contarles.. Del mundo donde yo vengo 

Allí no existe tormento. Solo existe es el amor
Y es un solo sentimiento, y vive en el corazón
Allá no existe el rencor, ni el odio o la maldad
Y solo es nuestra prioridad, el cultivar el amor
Allí no se conoce el rencor, y todo es felicidad

He viajado por planetas, allí todo es confusión
Y son mundos primitivos. No conocen el amor
Ese sentimiento puro y allí están en formación
Y si vine a este planeta, es que tengo corazón
Voy a enseñar en la tierra. La ternura, el amor
A mí se me hace difícil.. Aquí practican rencor

Es el planeta más lindo.. Que he podido visitar
De paisajes hermosos. Bellos para contemplar
Sus lagos y cataratas, y el inmenso ancho mar 
Ver su cielo despejado.. Así bordado de nubes
Y a veces mojan la tierra. Para aplacar el calor
Y otras: un aguacero. Se desprende con amor

Yo soy: aquel principito, que visita los planetas
Busco una puesta del sol, estoy lleno del amor
Igual deseo un planeta.. .Donde cultivar mi flor
Y me parece que la tierra.. Es el planeta mejor
Tiene luna y tiene sol y tiene los bellos ocasos
Pero enfrento mil fracasos aquí cultivan rencor

Dicen saber del amor, más están en formación
Sufren celos, sufren odios y legalizan en papel
El amor en matrimonio, y así compran la mujer
Y ese bello sentimiento, aquel llamado el amor
Es algo muy especial. Que se da sin condición
No se firma en un papel. Lo rubrica el corazón

Del mundo donde vengo, la palabra es sincera
Visite todos los planetas y en la tierra pude ver
La más hermosa criatura, esa llamada la mujer
Por eso voy a intentar, La sinceridad con amor
Deseo cultivar mi flor, y ser: un buen floricultor
Y aquí al mundo enseñare, la pureza del amor

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 28 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

viernes, 23 de mayo de 2014

EL MASAI Y LA GACELA


Cuyo Impala caminaba. Bajo la ardiente pradera

En las tierras de Tanzania, allí nunca refrescaba
Y que cayera un aguacero, esto era una quimera
Sus facciones pinceladas, eran suave, delicadas
Era el nato descendiente, de varias tribus masai
Guerreros por tradición, y de [Sinceras miradas]

Era experto cazador, de su tribu era el campeón
Todos le tenían respeto, él se ganó ese derecho
Cuando conquisto el amor.. Matando aquel león
Recuerda aquella noche. Caminaba por la selva
Lo inquietaba este silencio. Era duro y sepulcral
Y vio esa gacela tierna y al león que iba a atacar

Ella se sintió perdida y le imploro con su mirada
Vio sus ojos de azabache y a la luna confundida 
Él la vio tan indefensa, tan bella como su amada
La ausculto en aquel instante, era bella y bonita
Con ese pelaje hermoso, parecía flor de catleya
Indefensa en el jardín. Por el viento que la agita

En el instante fugaz, él solo pensó en su amada
Aquella negra delgada y Llena de tanta bondad
Que en el ocaso del sol. En su tribu lo esperaba
El vio aquel rey de la selva, con su furia de león
Con las garras levantadas por el aire él atacaba
Y a la indefensa gacela. [Conternada del pavor]

Grito con toda las fuerzas, confundiendo al león 
Que lo miro con sorpresa y cambio de dirección
Buscaba romperle el cuello o partirle el corazón
La luna temblando arriba, lo ayudo con el fulgor
Alumbro este momento.. Era una causa perdida
Pero el masai lo venció. [Quitándole allí la vida]

La lanza como un trofeo.. Esta en la tribu masai
Cuyo Impala dio a su amor [La cabeza del león]
Y todos lo llaman campeón, Al caminar por aquí
Lo acompaña la gacela, esa que es su mascota
Con el habla de mil cosas y del verdadero amor
Aquella negra preciosa [Que le robo el corazón]

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 23 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

jueves, 22 de mayo de 2014

EL LUCERO ENAMORADO


Aquí estoy: ahora al pie de tu ventana, amada mía

Oye mi voz, escucha mi canto, en esta madrugada
Y vengo a pedirte perdón, Tan lleno de melancolía
Esta el alma destrozada, como la cometa al viento
Mírala con el hilo reventado va volando a la deriva
Vivo sin rumbo y viajando, Todo lleno de tormento

Abre tu ventana amada mía. La lluvia está tan fría
Se cuela hasta mis huesos, y va mojando mi alma 
Fíjate que no tengo calma, me mata la melancolía
Oye mi canto amada mía.. Ese cantar del ruiseñor
Escucha mis letras de amor, y Ese mi bello cantar
Y este canto de nostalgia... Que nace del corazón 

Mírame ya en tu ventana. Que solito esta mi amor
Observa mi corazón.. {Partido como la porcelana]
Deseas que me mate el frio, estas llena de rencor
Escucha amor mi canción.. Donde te pido perdón
Se va muriendo mi corazón, y estoy desesperado
Dime amor cual fue mi error, y cuál fue el pecado

Solo me acompaña un lucero. En el cielo solitario
Y quizás este llorando.. Porque lo dejo su estrella
O esté sufriendo igual que yo. [El mismo calvario] 
Ya me voy amor mío, Atísbame desde tu ventana
Mírame caminar cabizbajo... Cantando tu canción
Y mi corazón en la mano Roto como la porcelana

Mírame lucero solitario.. Tú que miras mi calvario
Por qué tú vas llorando. Por el inmenso cielo gris
Jamás debemos sufrir. Vamos a rezar un rosario
Entremos a esa iglesia.. Que es la casa del amor
Ven pidamos el perdón, Ven: arrodíllate conmigo
Estamos desvariando, o estoy muriendo de amor

Me he quedado dormido, a la puerta de la iglesia
Todos me abandonaron hasta mi amigo el lucero
Veras el amor es sincero. Pero mi alma me pesa
De aquí no me moveré, como hoy es el domingo
Voy a prestarle a la virgen, las flores que le lleve
Iré a ponerla a tus pies, a ver si me gano el bingo

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Mayo 19 de 2014
Derechos reservados © Copyright
País Colombia

domingo, 18 de mayo de 2014

EL TORO GLADIADOR.


La noche llora triste.. y [Esta lluvia es pertinaz]
Y hoy la luna tiene miedo y está llena de terror
Al ver la cárcel del circo tan llena de oscuridad
Los luceros escondidos. están llenos de temor
Y miran llenos de horror. A la muerte llegar ya
Allí ella viene por la vida.. Del último gladiador

Aquellas antorchas dan luz. Al coliseo romano
Para que tres hermanos, se enfrenten entre si
Y sus vidas las tendrá. El cesar en sus manos
Y este corazón de Nerón.. Que ama la sangre
Se le ve palpitar de emoción.. Al ver la muerte
De aquel gladiador.. Que morirá en esta tarde

Dentro de las mazmorras. Toda una actividad
Miro lanzas y puñales.. y cascos como gorras
Allí en la tribuna del Cesar.. Todo es felicidad
Y el toldo gris de la mañana. Se va con temor
Aquí la muerte no se afana, tiene rostro lívido
Hoy el sol sale tímido, no quiere ver tal horror

Aquí van los gladiadores. Que llevan al festín
Allí la muerte los señala: Con sevicia y placer
Y el Cesar los aplaude. Sabe que van a morir
Veo el coliseo tan lleno, de nobles y plebeyos
Que enfurecidos gritan: Ave casar, Ave cesar
Allí el sol en venganza. Le lanza mil destellos

Así los contrincantes, van cayendo uno a uno
Ya Nerón está cansado y su pulgar lastimado
El aquí baja el dedo.. y no perdona a ninguno
Y en esta tarde la arena.. Es un río de sangre
Hoy se oye un solo grito.. De: muerte, muerte
Pero que oigo: Me dormí, yo vivo en siglo XX

EL ruido me despierta, y mi novia me sacude
Mira la bella verónica, y los pases con estilos
Van a matar al toro.. y tus estas en las nubes
Gritan: ole, torero, ole.. y él lleno de emoción
Es elegante, lleva espada en alto para matar
Y la estocada la da el toro, le parte el corazón

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 06 de Julio de 2012
Derechos reservados © Copyright
País Colombia

sábado, 17 de mayo de 2014

LA ESCLAVA Y EL FARAON


Su entrada la hacía triunfal. Como reina del amor
Lucía ese traje plateado, bordado en hilos de oro
El esplendor que irradiaba, [era semejante al sol]
La noche quedo hechizada.. Al ver tanta fantasía
Centauros la acompañaban y un Pegaso volador
Y ella en él venía montada, diosa de la sabiduría

Las estrellas titilaban... y el cielo era azul intenso
Igual veía mil luceros, Diciéndole que la amaban
Y Neptuno desde el mar.. Le gritaba yo te pienso
Tres mil defines cantaban, una hermosa melodía
Y el faraón contemplaba. Aquella diosa preciosa
Allí Minerva llegaba.. y convertía la noche en día

Igual Venus tan preciosa. Con Minerva competía
Con aquel traje de cebra.. Ella parecía una diosa
Jugando a ser tan hermosa, que su belleza tenía
La tersura de mil flores… y [Un roció primaveral]
Esa suavidad exquisita. De una palmera al bailar
Y la magia en plenilunio.. De la luna al despertar

Igual también la seguían,.. [Un cortejo protector]
Y doce tritones y diez musas, al unísono decían
Se presenta ante el faraón.. Esta diosa del amor
Salve usted Tutankamón, heredero de Amón Ra
Gobernaras con orgullo, al Nilo y su gran nación
Tú serás como Salomón.. Administrando verdad

Pero Juno la elegante, soberbia e hija de Júpiter
Ella construyo sus planes y los llevaría adelante
Con el poder del Olimpo. Fue la más bella mujer
Quería el poder del Egipto y del Nilo esas tierras
Mas no los podrá tener, ya Tutankamón escogió
A la esclava que él amaba, dueña de su destino

Llega el sacerdote ilustre. A hacer la coronación
Le dicen escoja reina y Juno y Minerva se miran
Pero Venus se adelanta [yo seré su único amor]
Tutankamón es humano y no tiene nada de dios
Mira la esclava llorando.. Ella cree que lo perdió
Y allí renuncia a su trono. Para salvar a su amor

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 17 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

viernes, 16 de mayo de 2014

EL AMOR DE JACINTO


Que inmenso y solitario. Hoy veo el ancho mar

Donde allí me rodean... Mil tiburones al acecho
Así yo no creo que alguien, me pueda rescatar
Siento el tórrido sol.. Que derrite a mi memoria
Un acecho permanente, Esa furia de tiburones
Y ellos quizás me dejen, convertido en escoria

Por qué fui tan terco, porqué me vine a pescar
Y mi pobre negra, allí: en el rancho del palmar
Se asustó y dijo: Jacinto veo llegar el temporal
Yo mire las nubes negras y el cielo encapotao
Esa madrugada fría. En que la luna no asomo
Jacinto no te vayas. Que hoy no sale pescado

Que importa mujer ¡me voy; mira la situación! 
Mira a Rupertico con fiebre. Esta tan enfermo
Y a ti mañana mujer, te operaran del corazón 
Jacinto mi negro no vallas, por Dios te lo pido
Mira allí olfateo la muerte, y viene el temporal
No vallas Jacinto.. Quédate a dormir conmigo

Olvida eso negra. Me voy y enseguida vuelvo
Con estas palabras.. Jacinto se fue a trabajar
Y el destino lo llevo, a las puertas del infierno 
Ya van doce días a la deriva o quizás un mes
Ese huracán que lo ataco. Su barca naufrago
Y el pescador si sobrevive, el volveré otra vez

Las fuerzas me abandonan y me siento morir 
Mis labios reventados, solo piden agua, agua
Y estoy en mi última agonía, pero quiero vivir
Mi último momento, [será para mi gran amor]
Adiós mi Negra, Cuídame a Rupertico mi hijo
Y tu mi Dios haz el milagro y cura su corazón

Mas el sol es inclemente y su mente desvaría
La negra allá en la playa, reúne mucha gente
Y grita con locura, Jacinto amor del alma mía
Más la patrulla costera. La llena de gran dolor
Muriendo en el arrecife, solo eso dice Jacinto
Le operen a su negra, poniéndole su corazón

Autor; Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 15 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

lunes, 12 de mayo de 2014

EL FENIX MILENARIO

Me consumo, en el denso fuego de tu amor
Aquí voy dejando [solo una estela de humo]
Rindiéndole tributos, a mis penas y mi dolor
Libero entonces mi tormento y mis pecados
En un eterno ritual, de aquel fénix milenario
Nazco de nuevo [Más poderoso y renovado]

Estoy quizás ahora, de nuevo en mi calvario
Bendita vida ¡Que solo son quinientos años!
Ardo en la pira [Donde edifico mi santuario]
Rindiéndole tributo, a mi vida muero a prisa
Zarpando ya del mundo, en el micro minuto
Al renacer de nuevo, de mis propias cenizas

Ganare en mi muerte, experiencia renovada
Aspirando con afán. Que a ti volveré a verte
Volveré entonces. y [Seré un alma liberada]
Así retorno a la vida, por los años y milenios
Librando mil batallas, ¡de retornar otra vez!
Disipando la muerte, y matando su misterio

Estoy más fuerte, más poderoso y renovado
Soy un gigante. [Que enfrenta sus pecados]
De mis propias cenizas, resurjo ya cambiado
Aparezco entonces. De nuevo como un niño
Mirando al mundo.. Donde deberé aprender
El respeto y la bondad. [El amor y el cariño]

Tendré otro tiempo y mi nueva oportunidad
Un largo espacio, Donde no existe tormento
Amor del bueno.. [Con una eterna felicidad]
Mirare entonces y: Aquí venceré mi calvario
Olvidando los pecados al limpiar mi corazón
Reinando en el amor. Soy el Fénix milenario

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 07 de Junio de 2013
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

domingo, 11 de mayo de 2014

GRACIAS MAMA

Perdón, hoy te pido perdón, madrecita querida
Tu: alma de mi corazón, y La luz de mi destino
Ese amor de mis amores. A mí me falto cariño
Yo siento que te quiero y te adoro con el alma
Hoy toda mi vida entera.. Está a tu disposición
Pero tú mereces más.. Más y más y más amor

Como no voy a quererte, si soy parte de tu ser
Aquel fruto de tu amor, el que cultivo tu vientre
Y alegró tu corazón. ¡Cuando me vistes nacer!
Solo unos instantes antes, tú gritabas de dolor
Se partieron tus entrañas y el causante era yo
Pero eso no te importo.. Me paristes con amor

Yo vivía navegando. En este mar de tu vientre
Aquí sentía tus caricias. Formando mi corazón
Más quería salir urgente, y [regalarte mi amor]
Allí me llene de paciencia, tu tenías esa razón
Tú gravabas en mí, la enciclopedia de tu amor
Y por eso cuando nací. Traje un puro corazón

Como agradecerte madre. ¡Este tu gran amor!
Esta entrega y la virtud... Que tuvo tu corazón
Y ver cómo me protegías y rezabas tu oración
Te vía sufrir en silencio.. ¡Si tenía algún dolor!
El alma se te arrugaba y así le rogabas a Dios
Que sanara tu retoño… Que era tu único amor

Madrecita de mi alma.. La reina de mi corazón
Hoy yo te pido perdón. Si te cause algún dolor
Fíjate madre querida... [Esto fue sin intención]
Y tú me regalaste madre.. La ternura del amor
Tú me dijistes que tenía.. Que valorar la mujer
Y fue lo primero que vi, cuando yo logre nacer

Hoy te festejan tu día.. Pero conmigo no estas
Dios te llevo al cielo.. Bendita seas madre mía
Ya no vives en la tierra y yo te necesito mama
Recibe madre querida [Todo mi amor sincero]
Gracias te digo mama.. Por dedicarme tu vida
Tu mi madre y amiga. Cuídame desde el cielo

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: Mayo 11 de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

sábado, 10 de mayo de 2014

EL INFIERNO DEL MAL

Aquel cielo limpio y claro, de este verde celestial
Lucia en su cenit el sol, y era de un color marrón
Y brillando intensamente, en el rojo y ancho mar
Las aguas ellas hervían. Como fuego del infierno
Y había un silencio eterno... Del oscuro pedernal
Donde sí podían morar. {Esas almas del averno}

Un cuervo en la palmera, graznaba a carcajadas
Viendo sufrir el alma.. De la anciana desdentada
Que junto a miles cerdos, en ese mar se bañaba
Ella lloraba y maldecía, y sufriendo como estaba
Nadando hasta la orilla y buscando su salvación
Cuando creía salir a flote, esos cerdos la jalaban

La suerte estaba echada.. Ella imploraba perdón
Y de peces un millón... En el fondo de aquel mar
Le acariciaban los pies. [Causándole gran dolor]
Ya en el cielo limpio y claro. La palabra aparecía
Y el cuervo le sonreía, cada vez que ella miraba
Sufrirás eternamente.. {Por mil noches y un día}

Y el águila coja y tuerta, tenía esa varita mágica
Ella a todos recibía. Custodiando aquella puerta
Informando a cada uno. Una noticia muy trágica
A muchos los informaba. Enviándolos al averno
Y a otro los consolaba, iras para el río de azufre
Donde sí el loro te escupe... allí vivirás contento

La noche llego de pronto. Trajo un grito infernal
El cuervo de la palmera. Llorando cerro los ojos
El águila paso el cerrojo. En esa puerta del mal
Allí se oyeron mil lamentos y se vio volar al loro
Paseando por ese mar camino del rio de azufre
Y oyó decir a la anciana.. Sálvame te lo imploro

El loro no le hizo caso, para él todo era en vano
Él no debía intervenir. Porque entonces moriría
Igual que murió el pajuil, y lo denuncio el enano
El cielo se puso verde. Con esa lluvia de azufre
El águila allí empapada.- Maldecía y así lloraba
Veía su alma que sufre. Ella estaba condenada

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha; 10 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

LAS OLAS TIENEN MIEDO


El ocaso esta encendido. De este rojo cardenal
La tarde está muriendo, ya se despide dormida
En brazos de ese amante. El pescador del mar
Miro miles de gaviotas.. Volando en lontananza
Mostrándole al ocaso.. esa ruta hacia el oriente
Y le piden que regrese.. Mañana en el poniente

La noche se hizo dueña y la señora de ese mar
Y las olas tienen miedo. Temen quedarse solas
Aquí esperan que la luna, las llegue acompañar
Ya el viento flequetea. Sobre los lomos del mar
Mas el agua es quietecita y el azul la bambolea
Ellas ruegan a Neptuno, que las venga a cuidar

Más allá en el horizonte, ese rayo parte el cielo
El trueno grita fuerte y se escucha por el monte
Y retumba en la montaña y se trae el aguacero
Y las olas tienen miedo. La lluvia aquí las baña
Ese trueno las asusta y [Lloran con desespero]
Y oigo el llanto sincero, retumbar por esa playa

Y los peces van dormidos y no miden el peligro
Este torrente aguacero.. los ha dejado perdidos
Ya las olas no han podido.. Avisar a los amigos
Allí el pescador avanza y va tirando su atarraya
el trueno lanza el grito, cuidado que los atrapan
Pero caen en esa red, y son llevados a la playa

Allí las olas van llorando y van titiritando del frio
Apenas es madrugada.. Ya la lluvia va cesando
Y se acerca la alborada, por la montaña y el río
Que belleza de mañana y el mar ruge contento
Ver las olas tan alegres.. Que vuelven a retozar
Y veo flequetear el viento, en los lomos del mar

Ya ese punto muy dorado. rompe aquel celofán
De aquel bello despertar y el milagro mañanero
Ya sale el sol en el cielo y calienta el ancho mar
Y la palmera divertida. El sol la está acicalando
Allí el viento igual la mece y le dice yo te quiero
Mas el sol sigue brillando.. y las olas retozando

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 09 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia.

jueves, 8 de mayo de 2014

BELLEZA CELESTIAL


Cual cataratas del Niágara, con su fuerza natural
Va arrastrando toneladas. ¡Del preciado mineral!
Y es tierna y delicada y al agua ella quiere besar
La fuerza de su interior, es arrolladora en pasión
Baja acariciando el agua, y es una mujer amada
Y la convierte delicada, en mil espumas de amor

Al ver estas cataratas, con esa fuerza imponente
Yo te imagino mi amor, así arrolladora en pasión
Pero tierna y delicada, y dispuesta para quererte
Convirtiendo el sentimiento, igual que el corazón
En un torrente de amor.. Desbordado y pasional
Así dejándote amar, como el volcán en erupción

Sabia es la naturaleza. ¡Mostrando tanta belleza!
Y ella encierra en su interior, delicadeza y pasión
Al igual le muestra al mundo, ella toda su pureza
Entonces a ti te comparo, con toda la naturaleza
Porque de ella, igual llevas ¡esos atributos caros!
Esa fuerza inagotable, y tu esplendorosa belleza 

Veo al agua desprenderse, incontenible y furiosa
Allí su caída es mil veces.. Arrolladora y hermosa
Y si les parece furiosa. Da una sensación de vida
Igual veo en tu semblante... y en tu espíritu mujer
Como brota la energía. Tan parecida al diamante
Con esa vida elegante, que desprendes de tu ser

Por esto es que la mujer. Tiene un porte señorial
Son bonitas y elegantes y llenas de tanta belleza
Lo toman de la naturaleza y todas se dejan amar
Bendita toda mujer y bendita seas tú en especial
Y aquí bendita la naturaleza, y su belleza natural 
Que ha entregado a la mujer, su belleza celestial

Veo fuerza en las cataratas y su delicada espuma
Parecida a una mujer, y con sus cabellos de plata
De belleza incondicional. Hermosa como ninguna
Y al ver yo tanta belleza. Aquí quede emocionado
Deseando ver tu imponencia y tú ser sensacional
Que trastorno mi cabeza, y soy para ti, tu esclavo

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 17 de Enero de 2013
Derechos Reservados © Copyright
País  Colombia

miércoles, 7 de mayo de 2014

LA MUERTE DEL FARAON


Bañando los jardines.. De aquel palacio imperial
El Nilo se desliza aprisa.. Raudo y lleno del dolor
Ha muerto el faraón… Aquel amigo incondicional
Lo admiraba como un rey, el cuidaba sus riveras
Él que converso con él.. En mil noches solitarias
Contándole allí sus penas, y su alma era sincera

Hoy viajas al inframundo. Faraón el dios viviente
Llévate en tu memoria. Este libro de los muertos
Ya que Horus y Anubis, ante Osiris te presentan
Para pesar tu corazón. Contra la pluma de Maat
Y obtengas así la justicia.. Por el poder del amor
Y esta diosa justiciera, ¡te premie con la verdad!

Llora de tristeza Egipto, todo en la vida se acaba
Que te ilumine el gran Ra, y ese su rayo bendito
Y allí en la eternidad, no te olvides de tu esclava
Te lloran los sacerdotes, y en el río llora tu amor
La pirámide aquí espera.. Recibirte con honores
Y en el río tu esclava quiere, extirpar su corazón

Mas el Nilo la aconseja, igual aconsejo al faraón
Ella aumenta su caudal, sus lágrimas no la dejan
Y el Nilo aquí la consuela, refrescándole el amor
Ya llevan al faraón.. Parte aquí a otra dimensión
Va a esa momificación, llamado el viaje sagrado
El pronto será pesado. [Pero lo salvara el amor]

Esperando impaciente… El monstruo devorador
Aquel mitad Hipopótamo, [Cocodrilo o un León]
Ammit quedara esperando, lo derrotara el amor
Bendito seas faraón, hoy Osiris te ha justificado
Eres bienaventurado tendrás placida existencia
Y el río Nilo se sonríe, este confidente hermano

La esclava llora en silencio y sola sufre su dolor
Conoce el confidente. En quien confió el faraón
Ya ese Nilo entristecido, no tendrá su bendición
Lo recuerda imponente.. [Con su vestidura real]
Bajando los escalones, cuando bendecía al Nilo
Ella le ofreció su mano, y él la empezó acariciar

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 07 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia.

CLEOTILDE Y EL AMOR

Llora lleno de tristeza ¡el pastorcito enamorado!
Él le cuenta a las ovejas, que le duele la cabeza
Y allí dibuja en la arena. Un corazón atravesado
 
Cleotilde lo mira atenta. Con sus orejas paradas
Es su oveja preferida y la que produce más lana
Parece que le dijera. ¡Tranquilo eso no es nada!

Pero el piensa en su amor, con todo su corazón
Cleotilde quizás no entiende y no le da la razón
Que lo mata la tristeza, ¡Por la falta del perdón!
Hubo una equivocación, y: ¡ella se puso celosa!
Y para arreglar estas cosas, falto comunicación
Esa sinceridad. Que es la verdad más hermosa

Y sentado en una piedra ¡le canta a sus ovejas!
Cleotilde mira al carnero, ese de pintas blancas
Que le quiebra la razón, y que agita su corazón 
Ella no entiende el amor.. Ni esto de sinceridad
Solo mira a su carnero y ¡Lo Cuida con pasión!
Lo acicala y lo acaricia, ¡entregándole su amor!

Y Antolín el pastorcito, canta y canta su ilusión
Aprende de sus ovejas, su paciencia y nobleza
Y le gusta la humildad. De Cleotilde en el amor
Ella nunca se pelea y su nobleza es de verdad
Y cree en la sinceridad, de Néstor el grandulón
El carnero preferido.. De Cleotilde con su amor

Esto lo pone a pensar y allí toma una decisión
Pedirá perdón a su amor, él no la puede dejar
Sufrir su equivocación, ella para él es su amor
Sera para él la humildad y un acto de nobleza 
Y si la quiere de verdad, no debe sentir rencor
Eso no debe existir. ¡Al pensar con la cabeza!

Y se para y va silbando, y va directo al arroyo
Cleotilde le sigue allí y con ella camina Néstor
Y Antolín la acaricia, le ha sido de gran apoyo
Ya aprendió su lección. En las cosas del amor
A llenarse de paciencia, de nobleza y de valor
Y cuidar siempre el amor.. Ese su gran ilusión

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 16 de Mayo de 2013
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

lunes, 5 de mayo de 2014

POMPEYA Y EL VESUBIO
Imponente y señorial, la adornan los monumentos
Es parecida a Herculano, Aquella ciudad hermana
Llena de pompa y riquezas [igual sufrirá tormenta]
El Vesubio las contempla y ellas parecen estrellas
Entregada a los placeres, al comercio y las ventas
Y se ofrecen los esclavos, a los ricos de Pompeya

Si aquel esclavo es un griego y el otro es africano
Al igual puedes comprar. Barato un esclavo ciego
Todo es legalizado, y lo aprueba el poder romano
La sibila pronostica, Lo que ha visto en su verdad
En las tripas de serpientes, Ella pudo contemplar
Que Pompeya y Herculano, la ciudad se quemara

Es domingo: en el puerto. Parece día de mercado
Va llegando la gente, hay un cargamento humano
Puestos en fila india, pa venderlos como esclavos
La puja empieza barata y venden a dos africanos
La Sibila pronostica... Que Atilio tendrá su esposa
Más Ampliato Timorosa. Se la quita de las manos

Es delgada y es hermosa, tiene bellos ojos rubios
Atilio ofrece enseguida. Mil denarios el solo tiene
Y ve la estatua de Vulcano, allí cerca del Vesubio
Ampliato el ríe entonces. Ofrece tres mil denarios
La esclava mirando Atilio, ella allí quedo flechada
Se la venden al procurador, para vivir su calvario

Más estos hilos del destino. [La Sibila los predijo]
Atilio tendrá su esposa. Por Júpiter el gran Divino
Hoy explotara el Vesubio.. Cortándoles el camino
Todo se va quemando, con la lava incandescente
La esclava corre asustada, Ampliato ya se quemo
En Herculano y Pompeya, está muriendo la gente

Se oyen gritos de terror.. Atilio busca a la esclava
Grita a Júpiter un milagro, la fumarola es intensa
Y le llega la recompensa y ve la esclava que ama
El empapado de cenizas, La besa y corre con ella
Se internan por una cueva.. y [Los azota la brisa]
Allí lejos del peligro, ven que Pompeya se quema

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha; 05 de Mayo de 2014
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País Colombia