sábado, 10 de mayo de 2014

EL INFIERNO DEL MAL

Aquel cielo limpio y claro, de este verde celestial
Lucia en su cenit el sol, y era de un color marrón
Y brillando intensamente, en el rojo y ancho mar
Las aguas ellas hervían. Como fuego del infierno
Y había un silencio eterno... Del oscuro pedernal
Donde sí podían morar. {Esas almas del averno}

Un cuervo en la palmera, graznaba a carcajadas
Viendo sufrir el alma.. De la anciana desdentada
Que junto a miles cerdos, en ese mar se bañaba
Ella lloraba y maldecía, y sufriendo como estaba
Nadando hasta la orilla y buscando su salvación
Cuando creía salir a flote, esos cerdos la jalaban

La suerte estaba echada.. Ella imploraba perdón
Y de peces un millón... En el fondo de aquel mar
Le acariciaban los pies. [Causándole gran dolor]
Ya en el cielo limpio y claro. La palabra aparecía
Y el cuervo le sonreía, cada vez que ella miraba
Sufrirás eternamente.. {Por mil noches y un día}

Y el águila coja y tuerta, tenía esa varita mágica
Ella a todos recibía. Custodiando aquella puerta
Informando a cada uno. Una noticia muy trágica
A muchos los informaba. Enviándolos al averno
Y a otro los consolaba, iras para el río de azufre
Donde sí el loro te escupe... allí vivirás contento

La noche llego de pronto. Trajo un grito infernal
El cuervo de la palmera. Llorando cerro los ojos
El águila paso el cerrojo. En esa puerta del mal
Allí se oyeron mil lamentos y se vio volar al loro
Paseando por ese mar camino del rio de azufre
Y oyó decir a la anciana.. Sálvame te lo imploro

El loro no le hizo caso, para él todo era en vano
Él no debía intervenir. Porque entonces moriría
Igual que murió el pajuil, y lo denuncio el enano
El cielo se puso verde. Con esa lluvia de azufre
El águila allí empapada.- Maldecía y así lloraba
Veía su alma que sufre. Ella estaba condenada

Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha; 10 de Mayo de 2014
Derechos Reservados © Copyright
País Colombia

1 comentario:

  1. Para quienes creemos en Dios, Él nos dejó a todos el libre albedrío. Los humanos tenemos el poder de elegir y tomar decisiones propias. La mayoría de las autoridades religiosas han apoyado esta creencia, la vida misma es cuestión de voluntad. Aquí en este lenguaje poético, maravillosamente expuesto con argumentos bellos y de muy buen nivel literario; claramente deja muchas reflexiones: El ser humano entre más aprende y entre más se forma tiene la tendencia de atacar, de hacer mucho mal a su propia especie. El mal y la destrucción que se hace a sus propios congéneres son tan graves, que a veces es irreversible. Algunas almas no tienen perdón de Dios ni de nadie. O es que acaso asesinos en serie, violadores, pedófilos terroristas que asesinan a millares sin el menor asomo de piedad lo merecen?, esto nada más para no extenderme en el listado de los mal llamados “humanos” que hacen mal. Existen mentes tan malvadas que ni el más experto psiquiatra o psicólogo puede enmendar. EL INFIERNO ES LA VIDA MISMA. Ahí es donde SE PAGA Y NADIE SE SALVA DE LA DEUDA CUANDO HA HECHO MAL.

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