EL POETA PERDONADO
Aquí estoy a una distancia corta del monte del Olimpo, la vista es
imponente y de un color anaranjado, el ocaso cual artista, el ambiente lo ha
pintado, hoy el imponente palacio de mármol y cristal se ve muy animado; hay
fiesta en el Olimpo, hoy hay un bacanal, veo a Zeus llegar escoltado por veinte
minotauros que lo cuidan con sus arcos; él se cuida de la sabia Atenea y de la
furia de Prometeo., La tarde esta hermosa, alumbrada por un sol artificial,
allá a la distancia veo mil gaviotas volar y los delfines en el mar, con una
fina elegancia aquí empiezan a cantar y le dan así la bienvenida a Venus la
amante de Marte, que llega acompañada del brazo de Vulcano, es la diosa del
amor y a ella todos la quieren amar. Hay diosas y musas por doquier y veo las
sirenas y tritones disfrutando en las cascadas que brotan de los jardines del
Olimpo. Allí llega Perséfone, diosa de la primavera, protegida por halcones, es
bella y hermosa, esbelta y elegante tiene una mirada preciosa; ella es
Perséfone, diosa de la primavera y es mi protectora; Euterpe la saluda con
honores y con flautas y guirnaldas le canta su poesía lírica y le pide
humildemente que interceda ante Apolo y me conceda el indulto y me libere de
las mazmorras donde me encuentro prisionero. Apolo se ve enamorado y claudica
ante la magia celestial de Perséfone y me concede el indulto. Mi espíritu
agoniza y mi alma en cuidados intensivos, es atendida por ninfas y nereidas que
me cuidan con amor, me bañan con flores de caléndula y untan mi cuerpo con el
bálsamo sagrado del agua de la fuente de la vida. Me siento renovado, mi mente
se llena de inspiración y comparo a Perséfone con la más linda y bella flor.
Venus esta celosa, Euterpe es muy hermosa y primaveral y apolo la mira
con amor, Perséfone le ha otorgado la fragancia de las rosas y Apolo ebrio del
amor le dice: Lo perdono si te dejas amar, traigan a Calíope ordena Apolo: dile
a Ganimedes que suelte al poeta del amor, que lo curen y lo cuiden; que le
devuelvan su espíritu y su alma y que venga y se siente a mi derecha y que se
ponga a improvisar. Que bello e imponente veo ahora el mundo de los dioses.
Hola poeta dice Apolo, como estas, siéntate a mi diestra y recita esas
poesías bellas que me han dicho que compones; cántale al Olimpo y que te
acompañe la lírica de Orfeo y al igual cántale a la hermosa primavera. Que
vengan aquí los dioses, hazme una poesía épica porque hoy Zeus matara a
Prometeo. Suenan los mil flautines, hay champaña y vino por doquier, los
centauros vestidos con frac y corbatín reparten platos de gansos y diez mil
minotauros armados custodian aquel festín. Veo ninfas y nereidas prostitutas
dispuestas para amar, la luna brilla arriba lanzando su fulgor, las diosas y
los dioses embriagados, se entregan al amor, los poemas fluyen bellos, hermosos
y los dioses aplauden y Zeus enloquecido, ebrio me dice: te regalo mi barca
dorada. ANDA Y NAVEGA POR EL MAR, VE RAPIDO EN BUSCA DE TU AMADA.
Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 12 de Julio de 2014
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País Colombia
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