sábado, 19 de julio de 2014

RUMBO A GANIMEDES

Mi viaje en esta ocasión no fue tan rápido y sencillo, algo en mí me obligaba a recordar todo lo que había leído de ella en su última comunicación. Sentí la necesidad de hacer una escala en la luna y meditar en todo lo que me decía; no se, pero era algo inquietante, algo que estaba fundido en mis pensamientos y que me obligaba a pensar en ello. Sabia y sentía la necesidad de ayudarla, de protegerla y de demostrarle que la ceguera en los seres humanos no solo es visual, sino que muchas veces no miramos el mundo con los verdaderos ojos del alma y es por ello que no disfrutamos a plenitud de toda la inconmensurable belleza que la naturaleza pone a nuestra disposición.

No creo que sea una persona común y corriente; ¡No, ella no es una persona del montón!, en particular a mi me hace sentir muy bien y a cada momento a cada instante siento la necesidad de estar a su lado; creo que a diferencia de muchos seres humanos, esta enigmática mujer es capaz de construir grandes y maravillosas cosas para ella y en beneficio de la humanidad. Es por ello, que ahora sentado aquí en la luna, en el sitio concretamente llamado el Mar de la Tranquilidad, separado de ella, de su planeta casi a una distancia de 384.400 kilómetros de distancia. Analizo detenidamente todo lo referente a su persona y el balance, la conclusión a la que llego es altamente positiva. En un margen de 1 a 10, obtiene una calificación de 9. Sé que esta conclusión a la que he llegado no ha sido apresurada, me encuentro aquí en este satélite natural de la tierra, donde no hay atmosfera, donde todo es quietud y silencio y he escogido este sitio, el Mar de la Tranquilidad, por que de todo el universo sideral, éste es el sitio más apropiado para meditar sin ser molestado.

Veo en su persona, una cantidad de virtudes y de valores y merece todo el respeto y mi admiración. Creo en ella y sé, que se levantara de sus propias cenizas y resurgirá tan poderosa como esa ave Fénix milenaria, dispuesta a enfrentar el mundo en el que vive y la humanidad entera. La veo grande, triunfadora, Sé que a partir de hoy en ella desaparecerá toda esa neblina que le impide ver la luz y que caminara triunfante por el sendero de los éxitos y la felicidad.

Después de llegar a todas estas conclusiones, sigo mi camino hacia el infinito, donde se encuentra Ganimedes. Pasare por Marte, también llamado el planeta rojo, admirare sus inmensas cadenas montañosas y a su paso, recordare pedirle mil consejos a dios de la Mitología griega (Marte dios de la guerra), para trasmitírselos a mi amada y convertirla en una excelente guerrera de la vida. Al pasar por Venus me detendré un ese planeta y recordando que es el planeta hermano de la tierra, buscare en él a la diosa Venus y implorare me conceda los secretos del amor, para fundirlos de mi amada en su corazón, Luego me detendré en Saturno y aprenderé el secreto de sus luminosos anillos, ya que deseo en días no muy lejanos ofrecerle a mi amada anillos de diamantes y zafiros. Luego desviare un poco mi viaje haciéndolo más largo, llegare a Neptuno, quien lleva su nombre en honor a la divinidad del mar, y al él le pediré me obsequie mil naves y cruceros, que me lleven junto a ti a paradisiacas islas, donde disfrutaremos las mil y unas maravillas y seremos atendidos por innumerables ninfas y nereidas; y una corte de centauros, serán los marineros y capitanes que dirigirán estas naves por los senderos de la felicidad. Y así iré de planeta en planeta de satélite en satélite; incluso en el Cinturón de Asteroides recogeré para ti, pequeños y enanos meteoritos, los que a través de mis innumerables viajes he descubiertos y se que contienen los secretos de la buena suerte y la eterna felicidad. Así con todos estos pensamientos y con tu hermosa imagen gravada en mi memoria, ya alcanzo a vislumbrar en la distancia mi destino, ya alcanzo a ver como a un pequeñísimo punto luminoso a Ganimedes, ahora llego a mi destino a mi hogar; allí también prometo por ti, yo meditar
Autor: Antonio Hernández Gutiérrez
Fecha: 18 de Julio de 2014
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País Colombia

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