domingo, 6 de abril de 2014

EL MENDIGO Y LA PRINCESA


El alma se esta muriendo, y el espíritu agoniza
Voy cayendo de prisa, de ese castillo de naipes
Él no tuvo base solida, ya que lo movió la brisa
Que iluso, e ingenuidad, el de creer en tu amor
Si solo soy escritor, yo no tengo una profesión
Y no fui a la universidad, y tampoco soy doctor

La vida tiene sus normas, de vivir en sociedad
Una mujer tan divina jamás se podrá arriesgar
Que el mendigo le hable, del amor y la verdad
Y solo es fantasía, lo del mendigo y la princesa
Solo se ve en las películas y esto no es realidad
Le diré la verdad, siempre usted será mi alteza

Y es mi reina y mi princesa y lo es todo para mí
Y me sentía emocionado y la vi como mi alteza
Ya todo esta destrozado, y me llene de tristeza
Tengo el corazón martirizado, me falta el amor
Póngame una penitencia, para lavar mi pecado
Y le juro por mi Dios convertirme en su esclavo

Y no quiero ser escritor, prefiero ser ermitaño
Internarme en la montaña, lleno de melancolía
Que yo muera de tristeza y no salir en mil años
Y hoy todo es oscuridad, dentro de mi corazón
Ya se ha marchitado la flor, cultivada con amor
De la que bebí su néctar, igual que un picaflor

Y voy hacer un esfuerzo, para no morirme hoy
Para revisar con calma, lo que causa este dolor
O si mi corazón… no sirve para cultivar el amor
Porque veo a mi alma… en cuidados intensivos
Y en un rincón el espíritu, esta lleno de tristeza
Y mira a este mendigo, ¡luchando por tu amor!

Si tú quieres ser feliz, ven y baja de tu pedestal
Ven que me voy a morir, Dios te va a perdonar
Tus pecados cometidos, si tú me vuelves amar
Y él te puso el corazón, tan puro como una flor
Para prodigar amor […] sin ninguna condición!
Entonces déjame que yo sea, solo tu floricultor

Autor: Antonio Hernández G.
Fecha: Diciembre 27 de 2011
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País Colombia

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